Iglesia Parroquial de San Román Hornillos del Camino
Hornillos del Camino se encuentra en el Camino de Santiago Francés, convirtiéndose en un pueblo que típicamente se ha desarrollado en torno al Camino. Hoy en día, a través de sus múltiples albergues, sigue siendo lugar de encuentro y de paso de tantos peregrinos que pueden encontrar en su iglesia un lugar de parada y contemplación.
La iglesia, dedicada a un santo cuya devoción procede del Camino, está actualmente muy restaurada y cuidada, fruto del esfuerzo de sus vecinos y de la pequeña comunidad cristiana que en ella se acoge. Su construcción corresponde a la primera mitad del siglo XVII. Se edifica en planta de salón, donde dos columnas centrales palmeriformes sustentan la tracería gótica de sus bóvedas dando origen a tres naves de acusada solemnidad.Su construcción se debe a Juan de Castañeda aunque en la fábrica se advierte una segunda mano que se habría encargado del cerramiento final, desde el paño del altar del Cristo continuando con el atrio y la torre.
En el interior se pueden observar diferentes retablos. El más hermoso e importante es el retablo mayor, de estilo clasicista, realizado entre 1652-1657. También se conservan otros retablos que albergan las devociones del pueblo. Interesante es su pila bautismal, de estilo románico, procedente sin duda del templo anterior.
Hornillos del Camino ha sido cuna también de numerosos religiosos y religiosas, muchos de ellos misioneros. Algunos han sido declarados beatos, por su martirio en la persecución religiosa del s.XX en España. En el atrio de la iglesia se conserva recuerdo de Servando Mayor García, marista martirizado en Zaire en 1996.
Retablo Mayor de la Iglesia de San Román
Retablo Mayor está dedicado a San Román mártir. De estilo clasicista fue realizado por Juan de Tapia (“el viejo”) entre 1652 y 1657. Carece de elementos narrativos abundando en elementos vegetales y otros ornamentos que anuncian ya el churrigueresco. Es de un solo cuerpo con remate articulado en tres calles separadas por grandes columnas corintias de fuste helicoidal dando al conjunto sensación de gran solemnidad. Preside el conjunto una talla de san Román en el nártex; encontramos imágenes de san Pedro, san Pablo, San Juan Bautista, Nuestra Señora de la Asunción y de Santa María Magdalena. Completan el retablo cuatro tablas alusivas a la vida del santo; en el coronamiento, la pintura del Padre eterno en actitud de bendecir. Las esculturas son obra de Nicolás Fernández y Toribio Fernández. Juan de Tapia y Felipe López en 1657 ejecutaron el sagrario de un solo cuerpo de volúmenes reducidos y de líneas severas y clasicistas. Fue dorado en 1712 por Lucas de la Concha.
Retablo de San Francisco de la Iglesia de San Román
Retablo clasicista, cuerpo central y remate; su ejecución, en 1630, se debe a Juan Tapia (“el mozo”). La predela contiene cuatro pequeños lienzos de buena factura: santa Teresa, san Antonio, san José y santa María Magdalena; en el centro uno pequeña hornacina con la talla de un niño Jesús de época. En el gran lienzo del cuerpo central, aparecen un Cristo alado en la cruz y san Francisco recibiendo los estigmas en manos, pies y corazón. Esta pintura es de “especial interés” según Sánchez Cantón. En el ático, un lienzo de la Concepción franciscana (la Inmaculada) deteriorada por el tiempo y que aún deja entrever la belleza de la que disfrutó.
Retablo devocional de ánimas de la Iglesia de San Román
Retablo rococó de 1670 compuesto de banco, cuerpo central y remate. En el cuerpo central lienzo de grandes dimensiones en el que se expone la doctrina de Trento acerca del valor de la intercesión por la benditas ánimas del Purgatorio frente a las doctrinas protestantes. (Este lienzo puede deberse a Domingo Mansilla ¿?) En el banco pintura de un Cristo yacente flanqueado por dos tablas que representan “las lágrimas de Pedro” y Juan evangelista; en los netos, pinturas de seis santas mártires. En el ático, rematado con frontón partido, enmarcado un lienzo de una Virgen Dolorosa (la Virgen de la Paloma).
Retablo del Cristo del Miserere de la Iglesia de San Román
Retablo renacentista, de hacia 1650, con algunos elementos ornamentales (marco central) propios del siglo XVIII. En el marco central un Cristo de 1771 de gran perfección anatómica y serena belleza; en el intradós, pintados, diez signos de la Pasión; acompañan al Cristo el sol y la luna y, a los pies, la memoria del paraíso y de la culpa. En la pequeña hornacina del banco una Virgen Dolorosa de vestir y, en el remate, un lienzo que representa a la Magdalena penitente. En el coronamiento, el retablo presenta rozaduras y cortes en la madera.
Retablo de Nuestra Señora del Rosario de la Iglesia de San Román
Retablo ejecutado hacia 1650, de estilo clasicista y repintado a finales del siglo XVIII. Preside el retablo una talla de la Virgen sedente con el Niño en el brazo del siglo XIV y ambos portan bolas en la mano; en los laterales hay pinturas que representan los misterios de María. Completan el retablo las imágenes de San Roque, San Blas y San Lázaro.
Retablo del Cristo (Sacristía) de la Iglesia de San Román
Se trata de un retablo barroco/berniniano del último tercio del siglo XVII policromado; el sagrario, con la pintura de un pelícano, es un añadido posterior. Bajo el vértice cimbrado y, a modo de escudo, se muestran las cinco llagas que recuerdan que en su hornacina se mostraba un santo Cristo; hoy preside el retablo la talla barroca de santa Bárbara. Este retablo esta en depósito.
Pila Bautismal de la Iglesia de San Román
Reliquia de la primitiva iglesia románica y por su forma y decoración puede fecharse a comienzo del siglo XIII.