El Calzado

El calzado para el Camino de Santiago Francés

Todo aquel que ya haya hecho el Camino de Santiago en alguna otra ocasión conoce la importancia de llevar un buen calzado. Los que no han tenido la suerte de hacerlo hasta ahora, es importante que consideréis esta información.

El calzado para el Camino de Santiago Francés

No existe el calzado perfecto para el Camino de Santiago Francés. Ideal sería poder llevarnos un par de botas, unas zapatillas y unas sandalias para ir cambiando según lo necesitemos. Ésto, por el peso que generaría esta acción en nuestra mochila, es prácticamente inviable. Así que debemos escoger el mejor calzado para terminar esta aventura sin daños en nuestros pies.

Esta selección dependerá de algunos factores a tener en cuenta como la ruta que hemos elegido y la época del año en la que la realizaremos, así como nuestras peculiaridades físicas y preferencias.

El peregrino que realizará el Camino de Santiago no tendrá que superar grandes desniveles ni enfrentarse a temperaturas extremas, lo que sí es seguro es que debe prepararse para recorrer muchos kilómetros.

El peregrino debe ir bastón en mano, mochila a la espalda y en sus pies 4 reglas básicas: comodidad, ligereza, impermeabilidad y transpiración.

Sugerimos tres tipos de calzado para culminar el camino felizmente:

  • Botas
  • Zapatillas
  • Sandalias

Botas para el Camino de Santiago

No se aconseja llevar botas de montaña de caña alta, pues suelen ser bastante pesadas, duras y muy calurosas. Si preferimos las botas, por la sujeción extra en el tobillo, lo ideal es optar por las de caña media e inclinada, para andar sin molestias. La inclinación en la parte posterior de la caña permite mayor movilidad y evita roces en el tobillo.

Es importante que tenga un sistema de lazado que aporte buena sujeción y que la lengüeta esté acolchada para garantizar confort y nos permita avanzar con seguridad, protegiéndonos de golpes en el empeine.

Los refuerzos de caucho en puntera y talón también son recomendados, pues aportan seguridad en terrenos escabrosos y evitan que se deteriore la bota.

La amortiguación es primordial y en las botas suele resultar de la unión de la plantilla de espuma de EVA termo-conformada y de la entresuela de EVA moldeada. El piso es recomendable que sea de caucho carbono de doble densidad, aportando máxima adherencia y durabilidad.

Para peregrinos que realicen el camino en invierno, aconsejamos que la bota incorpore membrana impermeable y transpirable. Cuando el calzado incorpora membrana impermeable estaremos más protegidos en días de lluvia, pero pueden resultar más caluroso y transpirar menos si andamos en días de calor.

Zapatillas para el Camino de Santiago

No es recomendable llevar al camino las zapatillas de deporte convencionales, pues no brindan la protección suficiente. Suelen ser demasiado flexibles y, por lo general, la suela no ofrece suficiente amortiguación y agarre.

Para realizar el Camino de Santiago son ideales las zapatillas de trekking. Las marcas especialistas en outdoor ofrecen modelos muy buenos que aúnan tecnología, comodidad al andar y máximo rendimiento. Son Ideales para quienes buscan libertad de movimiento, ligereza y transpiración. Son perfectas para caminar, pues además de una suela duradera que brinda excelente tracción, incorporan plantillas extraíbles y entresuela de EVA que soportan y estabilizan la pisada.

Al igual que en el caso de las botas, la impermeabilidad es un factor a tener en cuenta si emprendemos el camino en invierno.

Sandalias para el Camino de Santiago

Sandalias multifuncionales desarrolladas para brindar frescura y comodidad. Son el complemento perfecto del peregrino, ya que pueden utilizarse en verano en algunos tramos del camino y también resultan perfectas para descansar después de un largo día de caminata.

Recomendaciones adicionales Calzado para el Camino de Santiago Francés

  • No estrenar el calzado en el camino.
    Debemos asegurarnos de llevar el calzado nuevo durante cortos períodos de tiempo antes de ir a realizar el Camino de Santiago. Estarán adaptados a nuestros pies y evitaremos contratiempos eventuales, como las indeseables ampollas, que pueden surgir en los primeros días de uso.
  • Tener en cuenta los calcetines.
    Es importante probarse el calzado con el tipo de calcetín que habitualmente usamos para caminar. Tengamos en cuenta que un buen calcetín es primordial para conseguir el máximo rendimiento del calzado.
  • Las dimensiones de nuestro pie.
    Debemos probarnos el número que calzamos habitualmente y uno más para comparar la comodidad y el ajuste entre uno y otro..
  • Cualquier desviación será una dolorosa tortura.
    Comprobemos que el talón esté bien calzado, que el dedo gordo no se monta en los demás y que el resto pueden moverse. Hay que probarse el calzado de los dos pies y elegir tomando como referencia el pie más largo.