Peregrinos

Peregrinos Camino de Santiago Francés

Peregrino

El término peregrino (del lat. peregrīnus) se refiere en su significado más clásico al viajero que, por devoción o por voto, visita un santuario o algún lugar considerado sagrado. En su acepción más general es todo aquel que anda por tierras extrañas. En sentido estricto, para el español de religión católica, peregrino es quien se dirige a la Catedral de Santiago a visitar la tumba del apóstol Santiago.

Así, por el destino de su peregrinación, se lo diferencia de los caminantes que se dirigen a otros sitios de honda significación espiritual en el catolicismo: el romero,​ que lo hace a Roma siguiendo alguna de las vías romeas, donde mora el papa, considerado sucesor de san Pedro, y el palmero, que se encamina a Jerusalén y en general a los Santos Lugares.

Atributos del peregrino

Son atributos del peregrino el cayado, el camino, el manto, el pozo con el agua de salvación, la concha del peregrino. Sus significados son diversos:

  • el cayado o bastón simboliza a la vez la prueba de resistencia y de despojo;​
  • el morral abierto es símbolo de humildad;
  • la concha del peregrino era el distintivo que traían aquellos que regresaban de la peregrinación a Santiago de Compostela; entre otros significados, la concha simboliza la muerte y renacimiento.

Peregrinos en la Edad Media

En el catolicismo de la Edad Media se distinguían tres clases de peregrinos:

  1. Romeros, aquellos que iban a Roma.
  2. Palmeros, aquellos que iban a Jerusalén.
  3. Concheros, peregrinos propiamente dichos, aquellos que iban a Santiago de Compostela.
  4. Crucenos, aquellos que iban a Santo Toribio de Liébana.

En general, implicaba una referencia a alguna forma de:

  • penitencia, autoimpuesta o impuesta sacramentalmente;
  • ampliación de una promesa;
  • penitencia o promesa en nombre de otra persona impedida por alguna razón de realizar la peregrinación.

El penitente emprendía el viaje como forma de expiación de sus faltas. Algunos penitentes llevaban el pecado escrito en una cédula que depositaban en el altar del santuario.

Los peregrinos solían llevar una vestimenta especial, sobre todo en lo referido a complementos que llegaron a constituir símbolos: el zurrón (morral o anapola, bolsa grande de pellejo, que regularmente usan los pastores para guardar y llevar su comida u otras cosas), el bordón o bastón, un sombrero de ala ancha, una capa con esclavina y la calabaza para almacenar agua o vino. También solían llevar como distintivo la famosa concha de peregrino o venera.

Patronazgo de los peregrinos

En el catolicismo, se considera al arcángel Rafael el patrono de los peregrinos.​


Véase también:

Catedral de Santiago

Santiago de Compostela