San Isidro

San Isidro Labrador

San Isidro Labrador (Madrid, c. 1082 – ibídem, 30 de noviembre de 1172)​ nacido en el Mayrit musulmán fue un labrador mozárabe que estuvo posiblemente al servicio de la familia Vargas y de otros tantos señores terratenientes como Francisco Vera. Su trabajo como jornalero más mencionado por los biógrafos es a cargo de Juan de Vargas, y se realizó principalmente en el área de Madrid y alrededores.

San Isidro

Se conocen algunos detalles de su vida por las alabanzas que indica un códice encontrado en la Iglesia de San Andrés en 1504 (denominado como Códice de San Isidro y escrito a finales del siglo XII) y donde se denomina Ysidorus Agricola. En este documento se menciona que está casado, con un hijo y proporciona referencia de solo cinco milagros,​ siendo los demás añadidos posteriormente procedentes de la tradición oral durante su proceso de beatificación por varios hagiógrafos. Pese a que aún no estuviese santificado, los madrileños le rendían un culto desde el siglo XII que iba incrementándose rápidamente en siglos posteriores. Por ello, las autoridades eclesiásticas, municipales, la aristocracia madrileña y la corona real española lideraron su proceso de canonización en el siglo XVI.

Entre los estudiosos de su vida se encuentran: Alonso de Villegas, Jaume Bleda,​ Jerónimo de la Quintana, López de Hoyos, Juan de Ferreras y el mismo poeta madrileño Lope de Vega en un poema hagiográfico titulado Isidro (Madrid, 1599).​ La narración de los milagros puede diferir unos de otros, y se encuentra influenciada por la tradición oral popular. San Isidro es el primer laico casado llevado a los altares tras un proceso de canonización instruido por la Congregación de Ritos. Los promotores de esta canonización fueron varios integrantes de la familia de los Lujanes, de los Vargas y la casa real de los Austrias. El 12 de marzo del año 1622 fue finalmente canonizado por el papa Gregorio XV, y en 1960 el papa Juan XXIII le declara mediante bula como santo patrón de los agricultores españoles. Su cuerpo es empleado en procesiones del siglo XV para hacer rogativas por la lluvia en Madrid, su popularidad se extiende posteriormente. Isidro labrador fue un santo zahorí, pocero, taumatúrgico y hacedor de lluvias. Hombre sencillo y bienhechor de los pobres empezó a ser venerado por el pueblo de Madrid unos cuarenta años después de su fallecimiento.

La canonización llevó a una labor de asiento documental de parte de las dudas existentes sobre la vida de San Isidro, e institucionalizó una gran porción de la tradición oral de siglos anteriores. Fray Domingo de Mendoza, comisario nombrado por Felipe II para la canonización, se sospecha tuvo inventiva a la hora de reconstruir la biografía del Santo que ha llegado hasta nuestros días.​ Se menciona en el códice que Isidro Labrador estaba casado y tenía un hijo. La tradición popular, y algunos autores, fija el lugar donde conoció a su esposa en la localidad de Torrelaguna. Los patronazgos que representa en diversas ciudades del mundo, así como las festividades que se celebran su el día 15 de mayo, por ser el día en el que parece ser que su cuerpo incorrupto se trasladó a la Iglesia de San Andrés.​ Los restos del santo residen en el altar mayor de la Colegiata de San Isidro en un arca mortuoria, estando custodiado junto con las reliquias de Santa María de la Cabeza por la Real, Muy Ilustre y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid.

Biografía San Isidro

Nació Isidro en torno al 1082 cuando el territorio de Madrid formaba parte de la taifa de Toledo del área dominada por el Al-Ándalus. Por lo tanto nace en el periodo histórico denominado: Reconquista. El dato de nacimiento puede variar según el cronista. Años después de su nacimiento, durante 1085, Madrid pasa a ser dominio de Alfonso VI, monarca cristiano que dominó las tierras de ese entorno gracias a un acuerdo realizado con Al-Qádir sobre un intercambio territorial.​ Alfonso VI se encuentra con una área aproximada que cubre parte de la provincia de Toledo, Madrid y Guadalajara. Esta expansión territorial debía cubrirse con poblaciones de colonos labradores, artesanos, trabajadores diversos de origen visigodo y bereber. Son los denominados mozárabes.​ Entre los caballeros que luchaban en los ejércitos del monarca Alfonso VI, se solía conceder señoríos y concesiones sobre los terrenos conquistados. Surgen de esta forma los señores villanos (de plebis milites), una especie de nobleza rural que surge durante el periodo de la reconquista. No hay documentos escritos sobre la pertenencia de la familia Isidro a la familia de los Vargas, la única referencia la poseía el doctor Forns en propiedad de la Casa de los Vargas en 1913, documento que se perdió durante la Guerra Civil Española.​

Según el poeta Lope de Vega,​ los padres de San Isidro se llamaban Pedro e Inés, y sitúa su vida inicial en el arrabal de San Andrés de la villa de Madrid. San Isidro nace de una familia de colonos mozárabes que se encargó de repoblar los terrenos ganados por Alfonso VI. Es posible que procediera de una familia humilde de agricultores que trabajan en campos arrendados. El caballero guerrero que recibe los terrenos en propiedad es Juan de Vargas. Sus dominios se extienden sobre el nuevo reino de Toledo, el valle del Jarama, el Manzanares, la ribera del Tajo. Todos ellos son espacios fluviales y de labor tradicionalmente agricultora. Sus padres eran posiblemente de extracción humilde y cabe que le llamaran Isidro en honor de San Isidoro, sabio y santo Arzobispo de Sevilla en la época visigoda. Los padres de Isidro tenían un contrato de arrendamiento anual, acuerdo que renovaban libremente ambas partes. El trabajo se dirigía bien por el señor, o por los encargados. Los jornaleros debían obediencia y fidelidad al amo. A cambio recibían un sueldo en dinero, en especie o en una mezcla de ambas. La relación entre la familia de Isidro y la familia Vargas era de este tipo. Otras familias se instalaron en Madrid como es el caso de los Lujanes.

Milagros San Isidro

Los milagros atribuidos a San Isidro poseen tres procedencias documentales: por un lado los primitivos cinco milagros descritos en el Códice de San Isidro (La leyenda de San Isidro) y que se representan gráficamente en el arca mosaica que se supone contiene los restos de San Isidro; los que algunos autores declaran haber leído en algún documento desaparecido; y los que ciertos autores han descrito como propia inventiva o procedentes de la tradición oral.​ Los milagros se pueden dividir en tres grupos temáticos: milagros realizados con objeto de afianzar el culto, milagros pluviales, en general concesión de lluvias tras rogativas y por último, curaciones milagrosas.

Para obtener la mediación del santo es costumbre rendirle culto acudiendo a orar ante su sepulcro, preferentemente en vigilias nocturnas que se prolongan una, tres o nueve noches. En caso de enfermedad el afectado tiene que ir personalmente, o ser portado, no pudiendo ser sustituido por sus familiares. El contacto con el sudario, o con el cadáver, suele ser decisivo para obtener la mediación, al igual que, cuando se demanda lluvia, para facilitarla se opta por abrir el sepulcro y colocar el cadáver en un pedestal frente al altar de la Iglesia de San Andrés con el fin de que ningún objeto pueda dificultar la comunicación entre el santo y Dios. También para posibilitar la mediación se realizan numerosas procesiones y rogativas, durante las cuales, al sacar la reliquia de su recinto sagrado y exponerla al aire libre, se favorece la intercesión.​ Desde la construcción en 1528 de la ermita en Madrid se considera popularmente una solicitud de mediación al Santo su peregrinaje a la fuente que hay junto a su altar, se hace el 15 de mayo.

Milagros comunes San Isidro

Los primitivos cinco milagros que aparecen gráficamente en el arca mosaica son los primeros descritos. Estos milagros, es de suponer, acaecen en vida de Isidro Labrador, es decir, en el siglo XII. Gracias a la descripción documental del códice de San Isidro se sabe que son cinco:​

  • Milagro del molino – Isidro multiplica el trigo que ofrece a las palomas hambrientas.
  • Milagro de los bueyes – En este milagro los bueyes aran y realizan las labores mientras Isidro reza. Al ser espiado por su amo, tras la acusación de que abandonaba el trabajo para rezar, este ve cómo los bueyes aran solos. Esta escena contiene significativos paralelos con las hagiografías islámicas, pero muchos de estos aspectos quedan ahora cristianizados.
  • Milagro del lobo – Unos niños le advierten a Isidro que hay un lobo que merodea a su burro, por lo que comienza a rezar y logra con esto, salvarlo del inminente ataque.
  • Milagro de la olla – Ofreciendo comida consiguió multiplicar la comida que tenía en una olla metiendo un puchero repetidas veces.
  • Milagro de la Cofradía

En el códice se narra igualmente como mediador para obtener lluvias en primavera. Los milagros que popularizan a San Isidro en el siglo XVII no parecen ser ninguno de estos cinco que figuran en el códice.

Milagros póstumos San Isidro

Los milagros dentro de esta categoría caen dentro del periodo que va desde 1421 y 1426. Los milagros de San Isidro narrados sufrieron cuantiosas alteraciones con el transcurso de la Edad Moderna.​

Visitaba a menudo las escasas iglesias que tenía Madrid y al principio otros campesinos decían que esto lo hacía por holgazanería en lugar de por devoción. Una vez Vargas salió a comprobar si esto era cierto, y encontró a los ángeles arando en su lugar. Otra forma de contar el milagro, que aparece en las actas de la canonización, es que Vargas encontró a Isidro arando con ángeles y esto le hacía arar más rápido. Tras presenciar el milagro nombró a Isidro administrador de su hacienda. Otro milagro cuenta que una vez se presentó un pobre en su casa pidiendo de comer y él fue a darle de la olla de comida que había preparado su mujer, y la olla, que estaba medio vacía, se llenó de comida. También se decía que la providencia hacía que su cosecha siempre fuera muy grande, y compartía lo que tenía con los hombres, las aves y otros animales.​

Entre sus milagros más famosos está el del pozo: su hijo, que posteriormente sería llamado San Illán, cayó al pozo y el padre, gracias a su oración, hizo que las aguas del pozo subieran y pudo rescatarlo. La tradición ha situado siempre el pozo del milagro en el interior de la casa Museo de los Orígenes de Madrid;​ las excavaciones arqueológicas realizadas en el solar a finales del siglo pasado avisaron que el pozo del Museo pudo ser muy posterior al tiempo de San isidro. Un estudio reciente demostró que el verdadero pozo del milagro se encuentra bajo los cimientos del Colegio de San Ildefonso y en esta casa falleció el Santo Labrador.

San Isidro en la cultura popular

La primera ermita de San Isidro data del año 1528, y se construyó por iniciativa de Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos I.​

La figura de San Isidro se ha propagado a través de la cultura popular en diversas localidades del mundo. Por regla general es una forma de deseo de la vida sencilla de los campesinos y del contacto directo con la naturaleza. Se conocen celebraciones del Santo en Madrid por carta ejecutoria sobre la financiación de una fiesta dedicada al labrador en el año 1344.​ No obstante la primera celebración en honor del santo madrileño tuvo lugar en mayo de 1620 con motivo de su beatificación, el cuerpo de Isidro fue portado en procesión por las calles de Madrid en el interior de una suntuosa urna labrada por los plateros de la ciudad.

La popularidad de San Isidro se vio relanzada debido al apoyo de la Monarquía Española a fines del Quinientos y durante la primera mitad del siglo XVII. El fervor que suscitaba Isidro hizo que desde Isabel la Católica se practicara la costumbre de que cada vez que las reinas caían enfermas se encomendaran al Santo para su curación. Según las crónicas, siendo príncipe, Felipe II se recuperó de una enfermedad tras haber ingerido agua de la milagrosa fuente abierta por San Isidro en la pradera de San Isidro (lugar retratado por Goya en un cuadro titulado: La pradera de San Isidro). Lugar ubicado en la margen derecha del río Manzanares donde se alzaría posteriormente una ermita en su honor.​

El poeta madrileño Lope de Vega es uno de los primeros en describir la vida de San Isidro en un poema (Madrid, 1599). A. de Villegas escribe una anterior.​ Poema escrito en quintillas a lo largo de diez cantos son los fragmentos en que el poeta se acerca al universo rural en que se mueve el santo. En este poema biográfico se halla sólidamente documentado: leyó todo lo escrito anteriormente sobre el santo y tuvo acceso a los papeles de la causa de beatificación recogidos por el padre Domingo de Mendoza,​ comisario pontificio para la beatificación de Isidro. Rafael Haideer escribe en la primera mitad del siglo XX una comedia popular sobre la vida de San Isidro, en prosa, en tres actos. Dedicada según él al pueblo de Madrid.​ En el incendio de la Plaza Mayor de Madrid de 1631 se ruega al Santo por su intercesión.

Los pintores del siglo XIX que retrataron al santo madrileño, entre ellos se encuentra Mariano Salvador Maella.​ Varios eruditos y cronistas del Madrid Barroco, como Jerónimo de Quintana y Antonio de León Pinelo, dedicarían extensas líneas a alabar su vida y milagros. Es posterior, ya en el siglo XVIII, cuando nuevas publicaciones añadirían también la biografía y milagros de Santa María de la Cabeza a la vida de San Isidro. Fue declarado patrono de los agricultores españoles por Juan XXIII en bula del año 1960.​

San Isidro en el cine

  • Isidro, el labrador (1964) de Rafael J. Salvia. Interpretado por Javier Escrivá.​

Patronazgos San Isidro

España

San Isidro Labrador es el patrono de Madrid, de Cartaya y Rosal de la Frontera Huelva, celebrándose todos los años su romería. También, del mismo modo, lo es de Los Barrios, donde igualmente se celebra la Romería de San Isidro Labrador (Los Barrios), declarada de interés turístico de España. ​También es patrono de La Orotava en la isla de Tenerife, de Talavera de la Reina, de Montellano (Sevilla), de Estepona Málaga, de La Malahá (Granada), de Labros (Guadalajara), de Terradillos de los Templarios (Provincia de Palencia), de Villar de Cañas (Cuenca) y de Arcahueja (Provincia de León).

Honduras

La devoción a San Isidro Labrador es muy popular y está muy arraigada en los campesinos y zonas rurales de Honduras. San Isidro es el santo patrón de la ciudad de La Ceiba, importante ciudad en la costa Caribe de Honduras, así como Güinope, un pintoresco pueblo de tradición agrícola y minera fundado en el año 1747 en la zona centro-oriental del país. San Isidro también es santo patrón del homónimo pueblo de San Isidro (Honduras), en el Departamento de Choluteca en la zona Sur del país, y de la ciudad de Tocoa, importante centro agroindustrial en el Valle del Aguán.

México

San Isidro Labrador es el patrono de Arteaga (Coahuila), y la parroquia del municipio homónimo está dedicada a este santo, así como de la parroquia del municipio de Granados, Sonora. La comunidad de la Mora (Banámichi, Sonora) también lo venera como su santo Patrón.

También es patrono de la ciudad de Comalcalco, ubicado en el municipio del mismo nombre, enclavado en el estado de Tabasco. Ahí la celebración en honor a San Isidro Labrador es muy popular en la región, ya que se realiza la enrama o fiesta del Santo Patrón el día 14 de mayo de cada año. Consiste en que las ermitas del municipio llevan sus ofrendas hasta la parroquia ubicada en la plaza principal. Las ofrendas consisten en cacao, despensas, animales de granja, hasta ganado vacuno.

San Isidro

Nombre en Megleno-Romanian (Latin script)Isidro Labrador 
Nacimientoc. 1082 Madrid
Fallecimiento30 de noviembre de 1172 Madrid
CónyugeMaría de la Cabeza 
HijosSan Illán 
OcupaciónAgricultor 
Beatificación1619 por Paulo V
Canonización12 de marzo de 1622 por Gregorio XV
Festividad15 de mayo
AtributosAzadón, arado de mano, guadaña, etc.​
Venerado enIglesia católica
PatronazgoMadrid, El Ejido (Almería), Villafranca de Córdoba, Partido de San Isidro, La Orotava, Tenerife, Labradores San Isidro, Los Barrios, Terradillos de los Templarios, Arcahueja
Sitio webwww.congregacionsanisidro.org

Véase también: