Tarta de Santiago

La tarta de Santiago es un postre muy tradicional que forma parte de la rica cultura culinaria de la región de Galicia en España. Este delicioso dulce tiene una indicación geográfica protegida, lo que significa que su producción está regulada para garantizar que se elabora en su lugar de origen con ingredientes específicos que mantienen su calidad y autenticidad.

Hoy en día, es bastante fácil encontrar la tarta de Santiago en casi todas las pastelerías que se encuentran en las localidades y áreas que están situadas a lo largo del famoso Camino de Santiago. Este importante camino de peregrinación se extiende desde lugares como Roncesvalles y Jaca, al norte de España, hasta la Catedral de Santiago en la ciudad de Santiago de Compostela, donde se puede disfrutar de esta exquisita tarta. La popularidad de esta tarta se incrementa especialmente durante el mes de julio y en la primera semana de agosto. Esto se debe a que el 25 de julio se celebra la festividad del Apóstol Santiago, un día muy significativo para los habitantes de Galicia y para todos los que recorren el Camino.

Los ingredientes principales de la tarta de Santiago son almendras, azúcar, huevos y una pizca de naranja que le da un sabor único y característico. Las almendras son un componente fundamental que aporta una textura suave y un sabor delicioso, mientras que el azúcar y los huevos ayudan a darle la consistencia adecuada. La adición de naranja no solo realza el sabor, sino que también proporciona un toque fresco y aromático. Esta combinación de ingredientes crea un postre que no solo es sabroso, sino que también guarda una gran tradición y simboliza la herencia cultural de la región gallega.

Características de la tarta de Santiago

La tarta de Santiago es un postre tradicional que se elabora principalmente con almendras que han sido pulverizadas y con azúcar, utilizando la misma cantidad de ambos ingredientes. Estos dos elementos se combinan con huevos para formar una mezcla que se convierte en una masa compacta y sabrosa. A esta mezcla se le puede añadir una cierta cantidad de mantequilla o manteca, que contribuye a mejorar la textura y el sabor final del producto.

Una vez que se ha preparado la masa, se coloca en un recipiente refractario y se hornea a una temperatura que oscila entre 180 y 200 grados Celsius. Este proceso de horneado dura aproximadamente 45 minutos, durante los cuales la parte superior de la tarta se endurece, formando una cubierta dorada y atractiva. Para darle un toque especial y decorativo, es común espolvorear azúcar fino sobre una plantilla que tiene la forma de la Cruz de Santiago. Al retirar esta plantilla, se puede ver la silueta impresa de la cruz en la parte superior de la tarta, lo que la hace aún más apetecible y visualmente atractiva.

Es importante destacar que estas tartas no deben contener harina en su receta, a excepción de la masa quebrada que se utiliza para cubrir la parte inferior. Sin embargo, sí suelen incorporar otros sabores y aromas, como la canela y la ralladura de limón, que aportan un toque adicional de frescura y complejidad al sabor final. Al cortar la tarta, se debe observar que su color sea dorado, lo cual indica que ha sido bien horneada. Además, su textura debe ser ligeramente esponjosa y un poco granulada, lo que la hace muy agradable al paladar. El aroma característico de la tarta de Santiago es una mezcla equilibrada y deliciosa entre el sabor de la almendra y el del huevo, lo que la convierte en un postre muy apreciado tanto en su región de origen como en otras partes del mundo.

Historia de la Tarta de Santiago

El origen de la Tarta de Santiago es un tema que aún genera cierta incertidumbre entre los historiadores y amantes de la gastronomía. A menudo se menciona que esta tarta es muy similar a la famosa Tarta de Elche, pero la principal diferencia radica en que la Tarta de Santiago no contiene ningún tipo de harina en su preparación. Esto hace que sea un postre único y especial. A pesar de que se ha investigado mucho, no hay información clara sobre la utilización de almendra en la región de Galicia durante la Edad Media. Sin embargo, hay una cosa que sí se conoce: el precio de la almendra en esos tiempos era bastante elevado y escaso, lo que hacía que este ingrediente fuese considerado un lujo, reservado solamente para unas pocas personas.

La primera referencia documentada sobre lo que hoy conocemos como Tarta de Santiago se remonta al año 1577. Fue durante una visita de Pedro de Porto a la Universidad de Santiago, donde se menciona un «bizcocho de almendra». En ese tiempo, esta delicia era conocida bajo el nombre de «torta real». Aunque el nombre ha cambiado con el paso de los años, la descripción y la forma en que se elaboraba la tarta nos hacen pensar en lo que hoy llamamos Tarta de Santiago. Las primeras recetas que se consideran fiables y auténticas provienen de los apuntes de un notable cocinero llamado Luis Bartolomé de Leybar. Estos apuntes, que datan de 1838, se encuentran bajo el título de «Tarta de Almendra», lo que evidencia el aprecio y la tradición de este postre en la región.

Un aspecto adicional que ha contribuido a la identidad de la Tarta de Santiago es la representación de la cruz de Santiago, la cual aparece adornando la superficie de las tartas. Este detalle particular se remonta a 1924, cuando la conocida pastelería compostelana «Casa Mora» empezó a decorar sus tartas de almendra con lo que sería la característica silueta de la cruz. Este gesto le dio un toque distintivo y ayudó a que la Tarta de Santiago adquiriera gran popularidad, no solo en Galicia, sino en todo el territorio español.

A lo largo de los años, la Tarta de Santiago no solo ha deleitado a muchos paladares, sino que también ha sido reconocida oficialmente. El 3 de marzo de 2006, este célebre postre fue ingresado en el registro de Indicación Geográfica Protegida. Esto significa que su elaboración y sus ingredientes deben adherirse a ciertas normas que preservan su calidad y tradición, asegurando que este dulce siga siendo un símbolo de la cultura gallega y un deleite para todos aquellos que tienen la oportunidad de probarlo.

Servir

Aunque en la mayoría de las ocasiones esta tarta se presenta como un postre que se disfruta después de las comidas, a menudo acompañada de un café con leche bien caliente, hay algunas otras maneras interesantes de disfrutar de este delicioso postre. Existen variantes que permiten degustar esta deliciosa tarta de una forma diferente, combinándola con un vino dulce que realza su sabor. Esto puede ser una experiencia realmente encantadora para el paladar, ya que la dulzura del vino complementa perfectamente la textura y el sabor de la tarta. Por lo tanto, si bien es muy común disfrutar de este postre con café, no hay que dudar en probarlo con un buen vino dulce para descubrir nuevas y agradables sensaciones.

Receta Tarta de Santiago

Ingredientes para la tarta de Santiago

  • 5 huevos
  • 250 gr de azúcar
  • 250 gr de almendras molidas
  • ralladura de la piel de un limón
  • una cucharadita de canela
  • azúcar glas (para decorar)

Elaboración de la receta de la Tarta Santiago

Para comenzar con la receta de la deliciosa Tarta Santiago, primero necesitarás reunir todos los ingredientes necesarios y asegurarte de tener a mano un bol grande. Entonces, coloca en el bol el azúcar y las almendras molidas. Una vez que los ingredientes están en el bol, es momento de mezclarlos bien hasta que se combinen por completo y no queden grumos visibles. Luego, agrega los huevos, pero hazlo de uno en uno. Es importante que bates la mezcla enérgicamente mientras añades cada huevo, para que la masa resultante tenga una textura fina y suave, sin grumos. A continuación, incorpora la ralladura de limón, que le dará un toque fresco y un aroma agradable, junto con un poco de canela para añadir sabor, y mezcla todo muy bien para asegurarte de que todos los ingredientes estén bien integrados.

Después de preparar la mezcla, es hora de preparar el molde para la tarta. Unte generosamente con aceite o margarina un molde redondo que tenga aproximadamente 22 centímetros de diámetro. Asegúrate de cubrir bien toda la superficie del molde para evitar que la tarta se pegue. Luego, espolvorea un poco de harina en el molde, moviendo el molde de un lado a otro para que la harina se adhiera uniformemente a las paredes. Una vez que el molde esté listo, vierte con cuidado la mezcla que has preparado, asegurándote de que esté bien distribuida por todo el molde.

Ahora, lleva el molde al horno precalentado a 180 grados Celsius. Deja que la tarta se hornee durante aproximadamente 30 minutos. Durante este tiempo, tendrás que estar pendiente para asegurarte de que la tarta se cocine correctamente. Sabrás que está lista cuando adquiera un ligero color dorado en la parte superior y un agradable aroma inunda tu cocina. Una vez que esté cocida, retira el molde del horno y permite que la tarta se enfríe a temperatura ambiente.

Cuando la tarta esté completamente fría, es el momento de decorarla para hacerla aún más atractiva. Toma una plantilla de la Cruz de Santiago y colócala cuidadosamente sobre la superficie de la tarta. Luego, espolvorea azúcar glas por encima de la tarta y la plantilla. Esto le dará un bonito acabado y resaltará la forma de la cruz. Después de espolvorear, retira la plantilla con mucho cuidado para que la silueta de la cruz quede bien definida y resaltada con el azúcar. Así, tendrás una hermosa y deliciosa Tarta Santiago lista para disfrutar.

Truco para la Tarta Santiago

Si quieres asegurarte de que la tarta que has estado preparando está completamente hecha y lista para disfrutar, una buena manera de verificar su cocción es utilizando un truco sencillo. Toma un alfiler o la punta de un cuchillo afilado y pínchalo delicadamente en el centro de la tarta. Si al sacarlo sale limpio, es una señal clara de que la tarta está bien cocida y lista para ser servida. Sin embargo, si al sacarlo notas que sale un poco sucio o con masa pegada, eso significa que la tarta todavía necesita un poco más de tiempo para cocerse adecuadamente en el horno. En ese caso, no dudes en dejarla unos minutos extra para que termine de cocinarse por completo y logres el mejor resultado posible.

Decorar la tarta de Santiago

Es una práctica muy común y apreciada encontrar el bello diseño de la Cruz de Santiago en la parte superior de la tarta. Esta cruz no solo es un símbolo importante, sino que también añade un toque especial y distintivo a la presentación del postre. Para lograr hacerlo de manera sencilla y efectiva, primero necesitarás descargar esta plantilla en formato PDF que incluye el diseño de la cruz. Una vez que la tengas, procede a recortar cuidadosamente la cruz, asegurándote de que los bordes queden limpios y la forma sea precisa. Luego, coloca la plantilla recortada sobre la superficie de la tarta, posicionándola de manera que quede centrada y equilibrada. Después de haber colocado la plantilla, toma azúcar glas y espolvoréalo generosamente sobre la tarta de Santiago. Esto creará un hermoso efecto en la tarta, marcando la forma de la cruz en contraste con el color del bizcocho. Finalmente, retira la plantilla con cuidado para revelar el diseño que has creado. De esta manera, tu tarta no solo lucirá deliciosa, sino que también tendrá una hermosa decoración que celebra la tradición de la Cruz de Santiago.

Tarta de Santiago es apta para celíacos

La receta original de la tarta de Santiago es bastante especial porque no incluye harina entre sus ingredientes, lo que significa que esta deliciosa tarta no contiene gluten. Esto la convierte en una opción excelente y segura para aquellas personas que son celíacas o que tienen sensibilidad al gluten. Es importante asegurarse de que la canela molida que se utilice sea adecuada y libre de contaminantes para mantener la seguridad de quienes deben evitar el gluten en su dieta. De esta manera, se puede disfrutar de una tarta rica y tradicional sin preocuparse por la salud.