La segunda etapa del Camino de Santiago Francés, que va desde Roncesvalles hasta Zubiri, es una de las más características y significativas de todo el recorrido. En ella, los peregrinos atraviesan el corazón de los Pirineos navarros, rodeados de paisajes de una belleza incomparable y sumidos en un entorno cargado de historia y mitos. Este tramo, aunque no excesivamente complicado en términos de altitud, se convierte en una prueba exigente debido a sus ascensos moderados, los descendentes empinados y los caminos irregulares. Pero, más allá de las dificultades físicas, esta etapa invita a los peregrinos a reflexionar sobre el pasado, disfrutar de la naturaleza y sumergirse en las leyendas que han marcado la región.
Recorrido Etapa 2 Camino Francés: Roncesvalles – Zubiri
1. De Roncesvalles a Burguete: Entre la Historia y la Naturaleza
La jornada comienza en Roncesvalles, un lugar cargado de historia, que fue un importante monasterio medieval que acogía a los peregrinos en su ruta hacia Santiago de Compostela. El primer tramo del recorrido nos lleva por un sendero paralelo a la carretera N-135, un camino rodeado por el imponente bosque de Sorginaritzaga, también conocido como el Robledal de las Brujas. Este frondoso bosque tiene una leyenda macabra que data del siglo XVI, cuando se celebraban en sus profundidades aquelarres de brujas que dieron lugar a varias persecuciones y ejecuciones en la hoguera. La historia nos habla de un pasado oscuro, pero hoy en día el bosque ofrece una atmósfera pacífica y mística, que parece susurrar secretos del pasado.
El peregrino se despide lentamente de las montañas de los Pirineos y comienza a adentrarse en un paisaje más verde y suave, con grandes praderas y pequeños pueblos pirenaicos como Burguete. Esta localidad, conocida por sus casas solariegas del siglo XVI y la iglesia de San Nicolás de Bari, es un lugar donde los peregrinos pueden hacer una breve parada para reponer energías. Es importante mencionar que, a diferencia de otros tramos, en Burguete el camino discurre por una carretera sin arcén, lo que obliga a los caminantes a extremar las precauciones.
1.1 La Cruz de Roldán y las Leyendas de Carlomagno
Poco después de abandonar Burguete, los peregrinos se encuentran con la famosa Cruz de Roldán, un monumento que conmemora las hazañas de Roldán, el mítico comandante de Carlomagno, según cuenta la leyenda. Sin embargo, los historiadores han desmentido la relación de este sitio con el personaje histórico, pues no hay pruebas que corroboren que sus restos reposen aquí. A pesar de ello, la cruz sigue siendo un símbolo popular en la región, cargado de misterio y tradición. La leyenda dice que, en este mismo lugar, Roldán tocó su cuerno para pedir auxilio cuando las tropas francesas fueron derrotadas por los vascones. Hoy en día, la Cruz de Roldán se mantiene erguida, aunque parcialmente destruida por un rayo en el siglo XVIII.
2. De Burguete a Espinal: El Paraíso de Ernest Hemingway
El camino sigue su curso a través de senderos, cruzando pequeños arroyos y atravesando verdes prados hasta llegar a Espinal. Este pintoresco pueblo, a tan solo unos pocos kilómetros de la localidad anterior, fue famoso por ser uno de los lugares favoritos del escritor estadounidense Ernest Hemingway. En sus estancias en la región, Hemingway se dedicó a la pesca en el río Irati, lo que le permitió experimentar y disfrutar de la belleza natural de los Pirineos navarros. El paisaje que enamoró al escritor sigue intacto hoy en día, con sus imponentes montañas y bosques, que aportan una sensación de paz y calma.
2.1 Ascenso al Alto de Mezkiritz
Una vez pasado Espinal, comienza un ascenso moderado hacia el Alto de Mezkiritz. Este tramo es una de las subidas más exigentes de la etapa, pero ofrece a los peregrinos una recompensa que bien vale la pena el esfuerzo: unas vistas espectaculares del valle de Erro. Durante el ascenso, el camino se adentra en frondosos bosques de hayas, pinos y robles, creando un entorno de absoluta tranquilidad. A medida que se avanza, el viajero se siente cada vez más inmerso en la naturaleza y en la historia, siendo testigo de un paisaje que parece inmutable desde tiempos ancestrales.
3. La Parte Más Exigente: El Alto de Erro y la Bajada a Zubiri
La segunda mitad de la etapa presenta un cambio de ritmo considerable. Después de un pequeño descenso hacia Bizkarreta, los peregrinos se enfrentan al Alto de Erro, otro de los puertos emblemáticos de esta etapa. El ascenso es exigente, pero una vez más, las vistas compensan el esfuerzo realizado. Durante el recorrido, el camino serpentea a través de bosques de pinos, abedules y robles, creando una atmósfera mágica y regeneradora.
3.1 La Dura Bajada a Zubiri
A pesar de que la etapa comienza a descender, el tramo más difícil aún está por llegar: la bajada al Puente de la Rabia en Zubiri. Esta parte es conocida por su terreno irregular, lleno de piedras sueltas y resbaladizas, lo que hace que el descenso sea peligroso si no se toma con precaución. Muchos peregrinos se han visto obligados a abandonar la etapa debido a caídas o lesiones en esta parte del recorrido, especialmente en condiciones de lluvia. Por lo tanto, es fundamental extremar las precauciones y tomarse el tiempo necesario para realizar el descenso de forma segura.
El Puente de la Rabia, que se cruza sobre el río Arga, es uno de los puntos más emblemáticos del Camino de Santiago en este tramo. Este puente medieval tiene una fascinante leyenda: se cree que los animales que pasaban por sus pilares se curaban de la rabia, un mito que ha perdurado durante siglos. De ahí su nombre, Zubiri, que significa «el pueblo del puente» en euskera.
Reflexiones Finales Etapa 2 Roncesvalles – Zubiri
La etapa de Roncesvalles a Zubiri es, sin duda, una de las más intensas del Camino de Santiago. No solo por sus desafíos físicos, sino también por la rica historia y las leyendas que acompañan a cada paso. Los peregrinos que atraviesan este recorrido no solo disfrutan de la belleza natural de los Pirineos, sino que también se sumergen en un mundo de mitos, leyendas y recuerdos que han perdurado durante siglos. Cada rincón de esta etapa tiene algo que contar, y aquellos que la recorren pueden sentir la conexión con la historia, la naturaleza y la espiritualidad que ha caracterizado al Camino de Santiago a lo largo de los años.
La variabilidad de terrenos, los ascensos y descensos moderados, y los hermosos paisajes convierten a esta etapa en una experiencia única para los peregrinos. Aunque no es una de las etapas más largas, sus dificultades físicas y su naturaleza impredecible la convierten en un verdadero reto. Sin embargo, quienes logran superar los obstáculos no solo alcanzan el final de la etapa, sino que también experimentan la satisfacción de haber vivido una de las experiencias más enriquecedoras que el Camino tiene para ofrecer.