Etapa 1 de Saint Jean Pied de Port a Roncesvalles

Etapa 1 del Camino de Santiago Francés desde Saint Jean Pied de Port hasta Roncesvalles

El Camino de Santiago Francés es la ruta más conocida y transitada de los diversos caminos que llevan a Santiago de Compostela. A lo largo de sus más de 800 kilómetros, los peregrinos atraviesan distintos paisajes, pueblos y, sobre todo, vivencias únicas. Sin embargo, la etapa que conecta Saint Jean Pied de Port (Francia) con Roncesvalles (España) se destaca entre las demás por su dureza y espectacularidad. Esta primera etapa es conocida por su alto desnivel y la impresionante belleza de los Pirineos.

La Ruta de Napoleón

Cruzando los Pirineos

La etapa que une Saint Jean Pied de Port con Roncesvalles, también conocida como la Ruta de Napoleón, es famosa por su dureza. Los peregrinos deben superar más de 1.250 metros de desnivel positivo y unos 485 metros negativos en un recorrido que abarca 25,7 kilómetros. Esta primera parte del Camino Francés es una de las más exigentes, ya que no solo hay que enfrentar un terreno montañoso, sino también las condiciones climáticas que pueden ser cambiantes y adversas.

Saint Jean Pied de Port, un pintoresco pueblo medieval amurallado, marca el inicio de esta etapa. Desde aquí, los peregrinos siguen la famosa Rue d’Espagne, que atraviesa el río Nive, y comienzan su ascenso hacia los Puertos de Cize. A medida que avanzan, se internan en un paisaje de bosques y montañas, con panorámicas que pueden dejar sin aliento, pero también exigen un esfuerzo físico considerable.

La Ascensión hasta el Collado de Lepoeder

El punto culminante de esta etapa se encuentra en el Collado de Lepoeder, a 1.430 metros de altitud. Este es el paso que conecta Francia con España, un hito histórico y geográfico que muchos peregrinos han atravesado durante siglos. La subida es empinada y, aunque recompensada con unas vistas espectaculares del Pirineo atlántico, representa un reto para quienes no están acostumbrados a caminar en terrenos montañosos.

Desde el punto más alto, el descenso hasta Roncesvalles se convierte en un alivio, pero no sin antes atravesar el denso bosque de hayas que cubre parte del recorrido. La vegetación, junto con la fresca brisa de montaña, crea un ambiente místico y sereno que contrasta con la exigencia del ascenso.

Descripción del Recorrido Etapa 1 de Saint Jean Pied de Port hasta Roncesvalles

Km 0

Saint-Jean-Pied-de-Port


En Francia, el Camino está indicado con las marcas del GR-65 (rojo y blanco), aunque también se pueden encontrar algunas flechas amarillas. Tras cruzar el río Nive, se accede a la Rue d’Espagne, se atraviesa la Porte d’Espagne y se continúa recto durante 100 metros. En ese punto, quienes prefieran tomar la variante de Valcarlos (ver etapa correspondiente) deben girar a la derecha por el chemin de Mayorga, que conecta con la carretera nacional.
Nosotros seguimos recto y, a pocos metros, tomamos a la derecha una carretera local con una pendiente pronunciada, señalizada como «Route de Napoleón». Este camino fue utilizado por las tropas napoleónicas durante la invasión de España y coincide con la Vía Aquitania, antigua calzada romana que unía Burdeos con Astorga. Avanzamos por la carretera local, que en ciertos tramos presenta fuertes pendientes.

5,0 Km

Honto

Al dejar atrás la pequeña aldea de Honto, tomamos un desvío a la izquierda que, aunque tenía una pronunciada pendiente, nos evitó recorrer una amplia curva de la carretera. Más adelante, volvimos a incorporarnos a ella y la seguimos durante unos quince minutos hasta llegar al albergue Orisson.

7,6 Km

Orisson

Proseguimos por la misma carretera, prácticamente sin tráfico, rodeados de un tranquilo paisaje de praderas alpinas. Cuatro kilómetros más adelante, a la izquierda, y si la niebla lo permite, podemos observar la Virgen de Biakorri, situada sobre una roca.
5,2 km Desvío hacia Arnéguy. Lo dejamos a la derecha (aunque puede tomarse si se desea conectar con la variante de Valcarlos). Mantenemos el trayecto recto por la misma carretera.
2,0 Dejamos la carretera. Tomamos un sendero a la derecha y pasamos por la cruz de Urdanarre o Thibault, un símbolo característico de esta subida, repleta de piedras, estampas y otros recuerdos que los peregrinos han ido dejando.
1,4 Puerto de Bentartea.

16,2 Km

Collado de Bentartea


Pasamos dejando a la izquierda la fuente de Roldán y continuamos por una pista que atraviesa un bosque de hayas, siguiendo en paralelo una cerca de alambre que marca la frontera, hasta alcanzar el mojón de piedra que indica la entrada a Navarra. Desde ahí, tomamos hacia la derecha la pista que bordea la ladera norte del Txangoa y del Menditxipi hasta llegar al Collado de Lepoeder. Si el tiempo lo permite y la visibilidad es buena, se puede observar el pequeño núcleo de Roncesvalles.

20,2 Km

Collado de Lepoeder

Existen dos rutas posibles para descender a Roncesvalles. La primera, que es la más directa, atraviesa un impresionante bosque de hayas y desciende de forma pronunciada siguiendo las señales del sendero GR (es importante tener precaución en caso de niebla, ya que es fácil desorientarse). Desde el paso de Lepoeder, se debe bajar por el lado derecho de la carretera y luego tomar el camino que aparece a la izquierda, cruzando la carretera unos pocos metros más adelante.
La segunda ruta pasa por el Alto de Ibañeta. Es posible seguir la carretera o bien tomar el sendero que desciende directamente por el lado derecho de la misma, llegando al Alto de Ibañeta (donde se encuentran el monumento a Roldán y la ermita). Desde allí, el descenso se completa siguiendo un camino situado a la izquierda de la carretera principal.

24,2 KM

Roncesvalles (21,5 km)

Alternativas y Consideraciones para los Peregrinos

Opción 1: La Ruta de Napoleón

La Ruta de Napoleón es el itinerario tradicional que atraviesa el Collado de Lepoeder y es considerado el más desafiante y, a la vez, el más espectacular. Esta opción es ideal para quienes buscan una experiencia auténtica y no temen afrontar un desafío físico importante. Sin embargo, esta ruta solo es recomendable para aquellos con buena forma física, ya que el trayecto, especialmente durante los meses de invierno, puede ser peligroso debido a las condiciones climáticas.

Opción 2: La Variante de Valcarlos

Para los peregrinos que no estén en condiciones de afrontar el ascenso a través de la Ruta de Napoleón, existe una alternativa más suave: la variante de Valcarlos. Este camino asfaltado, más accesible y menos exigente, pasa por el pintoresco pueblo de Valcarlos, en el lado español de la frontera, y llega directamente a Roncesvalles. Aunque la distancia es similar, con unos 25 kilómetros de recorrido, este camino presenta un desnivel menos pronunciado y, por tanto, es más adecuado para quienes no están acostumbrados a largas caminatas o para aquellos que viajan en bicicleta.

Es importante destacar que, entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo, la Ruta de Napoleón se encuentra cerrada por motivos de seguridad debido a la nieve y el hielo que pueden hacerla peligrosa. En este período, todos los peregrinos deben tomar obligatoriamente la variante de Valcarlos. Las autoridades del Camino son estrictas con esta normativa, y se aplican multas de hasta 12.000 euros para quienes no cumplan la ley.

Consideraciones para los Ciclistas y Peregrinos con Movilidad Reducida

Desafíos para los Ciclistas

Los ciclistas que deciden emprender esta etapa se enfrentan a un reto aún mayor. A lo largo de la Ruta de Napoleón, tendrán que empujar la bicicleta en numerosas ocasiones debido a las fuertes pendientes y el terreno accidentado. Además, gran parte del recorrido transcurre por la carretera N-135, lo que implica riesgos adicionales debido al tráfico de vehículos. Para los ciclistas, es esencial prestar atención especialmente en los descensos, como en el caso del descenso de Bentartea, donde se recomienda tomar la ruta más larga y señalizada hacia el alto de Ibañeta.

Consejos para los Peregrinos con Menos Experiencia

Para aquellos peregrinos que no se encuentran en una forma física óptima, es recomendable tomar la variante de Valcarlos, que les permitirá llegar a Roncesvalles sin las dificultades adicionales de la Ruta de Napoleón. Esta alternativa también es ideal para quienes no están acostumbrados a los cambios de altitud y las caminatas largas, ya que el terreno es más suave y accesible.

Los peregrinos menos experimentados deben tener en cuenta que el clima puede ser muy variable, y en muchas ocasiones, la niebla y la lluvia pueden hacer que el recorrido se vuelva más peligroso. Por lo tanto, es importante estar preparado para cualquier situación y llevar ropa adecuada y suficiente agua.

La Magia de Roncesvalles: Un Destino Mítico

Un Lugar de Historia y Tradición

El final de esta primera etapa lleva a los peregrinos a Roncesvalles, un pequeño pero emblemático pueblo que ha sido un lugar de acogida para miles de peregrinos durante siglos. Su monasterio, fundado en el siglo XII, es uno de los más importantes del Camino Francés. A lo largo de la historia, Roncesvalles ha sido testigo de numerosos eventos históricos y leyendas, como la famosa Batalla de Roncesvalles, que marcó el fin de la marcha del ejército de Carlomagno en el siglo VIII.

El monasterio de Roncesvalles, actualmente un albergue para peregrinos, es uno de los lugares más visitados por aquellos que hacen el Camino Francés. Aquí, los peregrinos pueden descansar, recuperar fuerzas y reflexionar sobre el desafío superado. Además, Roncesvalles es el punto de partida para quienes deciden tomar el Camino Francés desde España y el lugar ideal para descansar después de una jornada agotadora.

Un Refugio de Paz para los Peregrinos

Roncesvalles es también un lugar de espiritualidad y paz, donde los peregrinos pueden conectarse con su propósito y encontrar la tranquilidad que buscan en su viaje hacia Santiago. La iglesia de Santa María, con su impresionante arquitectura gótica, es uno de los puntos más destacados de este pequeño pueblo y un lugar de recogimiento y oración.

En resumen, la etapa de Saint Jean Pied de Port a Roncesvalles es una de las más emblemáticas y desafiantes del Camino Francés. Ya sea por la Ruta de Napoleón o la variante de Valcarlos, el recorrido ofrece panorámicas impresionantes y una experiencia única para los peregrinos dispuestos a superar los desafíos del terreno montañoso.


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