Santa María de Roncesvalles

Santa María de Roncesvalles

Virgen de Roncesvalles

La imagen de Santa María de Roncesvalles es una escultura de la Virgen María con el Niño Jesús, hecha de madera tallada al estilo gótico y decorada con plata. Fue creada en Toulouse durante la primera mitad del siglo XIV. En la escultura, María aparece sentada mirando al Niño Jesús que está sobre su pierna izquierda. Jesús es sostenido por el brazo izquierdo de María y también busca su mirada. Esta representación es diferente de las habituales, donde tanto la madre como el hijo se muestran de manera impasible en posturas frontales y simétricas, con María sirviendo como trono para Jesús. La base sobre la que se encuentra el trono está decorada con cinco relieves que incluyen a San Miguel luchando contra el dragón, a San Pedro y San Pablo, y dos ángeles portando cirios. Estos relieves están enmarcados por arcos apuntados trilobulados.

La escultura se encuentra en la iglesia de la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles. Debido a su gran valor, ha sido designada como Bien de Interés Cultural mediante el decreto foral 65/1999, de 1 de marzo. Además, se considera una pieza clave del arte y la devoción en Navarra y Baja Navarra (Francia).

Talla Santa María de Roncesvalles

La escultura de Santa María de Roncesvalles tiene una altura de 90 centímetros y fue creada tallando madera y cubriéndola con una lámina delgada de plata. La corona, añadida en 1960, tiene unas dimensiones de 11,5 centímetros, y la base mide 8 por 24 por 39 centímetros. Se utilizó madera tallada y policromada, cubierta de plata en su tono natural y en plata dorada, con detalles de filigrana, piedras preciosas y semipreciosas, y vidrio coloreado engastado. Su diseño sigue el estilo gótico y su autoría es desconocida, pero se presume que pertenece a la escuela francesa y fue elaborada en Toulouse, Francia.

En la parte trasera del trono se distingue una inscripción algo borrosa que dice «…[fec]it fieri Thole ad ho[norem]…» (traducido al español sería «…mandó hacer en Toulouse en honor de…»). Se sabe que existía una estrecha conexión entre el Hospital de la Caridad de Roncesvalles y esa ciudad francesa. Según la profesora Fernández-Ladreda, experta en esculturas marianas navarras, la autoría podría estar relacionada con el maestro de Rieux, aunque faltan pruebas concretas para respaldar esta idea y no se han encontrado obras similares que la respalden. También se piensa que el encargo de esta obra pudo haber sido realizado por el prior de Roncesvalles, García Ibáñez de Viguria (1327-1346), quien además impulsó la construcción del claustro del hospital desaparecido y la sala capitular conocida como la Capilla de San Agustín, donde yace enterrado.

Siendo una obra francesa de la primera mitad del siglo xiv, esta escultura es excepcional por combinar diferentes materiales, ya que en Francia la tendencia de cubrir las imágenes de madera con metal desapareció con el arte románico. Aunque pertenece al estilo gótico, parece que se adaptó más a los gustos y modas del lugar al que se destinaba la obra que a los del creador.

En cuanto a la innovación de la composición en comparación con esculturas marianas anteriores de Navarra, destaca la posición de la cabeza y de las piernas, que solían estar frontales y erguidas, con la mirada fija y las piernas paralelas o convergentes. Esta escultura rompe con esa frontalidad y simetría, presentando una representación de María que no se había visto en las esculturas marianas navarras anteriores. Es un cambio significativo en la forma de representar a la figura sagrada.

Leyenda de Santa María de Roncesvalles

En la leyenda, se cuenta la historia relacionada con el Camino de Santiago Francés. Se dice que un pastor presenció un milagro cuando vio un ciervo cuyas astas brillaban como estrellas mientras bebía agua de una fuente. Este suceso mágico lo llevó a acercarse al animal, y en ese momento se escuchó una música celestial que lo dejó asombrado. Después de presenciar esto varias noches, decidió compartir la noticia con sus vecinos, quienes posteriormente informaron al obispo de Pamplona. Al principio, el obispo no creyó la historia, pero luego una figura angelical confirmó en un sueño la veracidad de lo sucedido con el pastor. Conmovido por estas revelaciones, el obispo se dirigió al lugar de los hechos con una comitiva y ordenó excavar cerca de la fuente. La sorpresa llegó cuando encontraron una imagen de plata de la Virgen María con el Niño Jesús, brillando bajo la luz de las antorchas. Se dice que en Roncesvalles hay una Fuente de los Ángeles cerca de la colegiata, identificada por la tradición como el sitio de estos eventos.

Imágenes derivadas de la Virgen de Roncesvalles

En la historia de Navarra, se puede observar que la figura de la Virgen de Roncesvalles ha servido de inspiración para otras obras similares, como la Virgen de Janáriz en Lizoáin, que actualmente se encuentra en la Iglesia de Santiago en Pamplona, específicamente en la Chantrea. Otros ejemplos se pueden encontrar en las representaciones de la Virgen en lugares como Artanga (Urraúl Alto), Turrillas (Izagaondoa) y Urroz de Santesteban (Alto Bidasoa). Todas estas representaciones se suman a la figura de la Virgen del Tesoro en Roncesvalles, la cual destaca por conservar dos características únicas del modelo original: su cubierta metálica y la decoración detallada de su trono.

Devoción por Santa María de Roncesvalles

La devoción por Santa María de Roncesvalles, conocida como la Reina del Pirineo, es muy destacada en la región, y cuenta con una gran cantidad de seguidores en Navarra. En la época de primavera, durante varios domingos consecutivos, recibe la visita de numerosos peregrinos de pueblos cercanos de España, y en septiembre ocurre lo mismo con los peregrinos de localidades francesas.

La imagen de la virgen fue oficialmente coronada el 8 de septiembre de 1960. Ha sido objeto de estudios detallados y se considera «la imagen más antigua de Navarra de la que se tienen descripciones conservadas». Esta venerada figura tiene una rica historia que ha sido objeto de análisis minuciosos a lo largo de los años.

Virgen de Roncesvalles

¡Buen Camino, peregrinos!