Perfil
Igrexa de San Nicolao o de San Xoán de Portomarín
En la villa de Portomarín, situada en el suroeste de la Provincia de Lugo y abrazada por las aguas del río Miño, se alza majestuosa la Iglesia de San Nicolás, también conocida como Iglesia de San Juan de Portomarín. Este templo, visible desde la distancia por su robustez y verticalidad, se encuentra en el trazado oficial del Camino de Santiago Francés, en la plaza principal del nuevo núcleo urbano construido tras el embalse de Belesar. Su imponente presencia marca el ingreso del peregrino en una etapa repleta de historia, espiritualidad y monumentalidad.
Orígenes templarios y función defensiva
Construida a finales del siglo XII por encargo de la Orden de San Juan de Jerusalén, la Iglesia de San Nicolás cumplió una doble función: religiosa y militar. Los caballeros hospitalarios levantaron esta obra no solo como lugar de culto, sino como iglesia-fortaleza, diseñada para ofrecer refugio y defensa ante ataques o incursiones en un enclave estratégico del Camino. Esta peculiar combinación se manifiesta en su arquitectura maciza, muros gruesos y torres almenadas.
Portomarín fue durante siglos un lugar clave de paso para los peregrinos, y la iglesia, consagrada a San Juan Bautista (de ahí su denominación original), se convirtió en epicentro espiritual, militar y social de la villa medieval.
Arquitectura Iglesia de San Nicolás de Portomarín
La Iglesia de San Nicolás es una de las más notables expresiones del románico de transición al gótico en Galicia. Su planta rectangular consta de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón apuntado reforzada por arcos fajones. La fábrica, realizada íntegramente en granito gallego, presenta un aparejo perfectamente escuadrado.
La fachada occidental es especialmente monumental. Está coronada por una gran rosácea de piedra calada, elemento de clara influencia compostelana, enmarcada por arquivoltas talladas con motivos vegetales, escenas bíblicas y figuras zoomorfas. Sobre la portada principal se alza un cuerpo almenado, flanqueado por dos torres también defensivas, en cuyos muros aún se aprecian aspilleras y restos de sistemas de defensa pasiva.
Los canecillos del alero exterior muestran una rica iconografía: cabezas humanas, figuras grotescas, símbolos vegetales y escenas de la lucha del bien contra el mal, en un repertorio moralizante propio de las rutas de peregrinación medievales.
Traslado piedra a piedra y renacimiento del templo
A principios de los años 60, el antiguo Portomarín quedó sumergido bajo las aguas del embalse de Belesar, obra del desarrollismo hidroeléctrico español. Para evitar la pérdida del patrimonio monumental, se ejecutó una operación sin precedentes: el desmontaje completo de la iglesia, numerando cada una de sus piedras, para ser reconstruida en la parte alta del nuevo Portomarín.
Este traslado minucioso ha convertido la Iglesia de San Nicolás en un símbolo de resistencia cultural, un testimonio vivo de cómo un pueblo preserva sus raíces ante la adversidad. Hoy, aún se pueden ver los números marcados en los sillares, una especie de mapa invisible que narra la epopeya de su resurrección.
Interior sobrio y monumental
El interior de la iglesia es de una solemnidad impactante. La nave única conduce al presbiterio elevado, donde se sitúa un ábside semicircular cubierto con bóveda de horno, decorado con capiteles de factura fina que representan motivos vegetales, leones y escenas del Antiguo Testamento. Las ventanas de medio punto permiten una iluminación tenue, perfecta para la contemplación y el recogimiento espiritual.
El altar mayor, restaurado con elementos originales, mantiene la esencia medieval del templo, acompañado por una selección de retablos laterales de estilo barroco procedentes de otras parroquias próximas.
Relevancia en el Camino de Santiago Francés
Portomarín es una de las etapas más memorables para los peregrinos que se aproximan a Santiago de Compostela desde Sarria. La Iglesia de San Nicolás actúa como hito monumental, referencia arquitectónica y punto de encuentro. Muchos caminantes aprovechan su paso por la villa para asistir a la misa del peregrino, donde se bendicen credenciales y se ofrece hospitalidad espiritual a quienes recorren la ruta jacobea.
Además, el templo permanece abierto al público durante gran parte del año, con visitas guiadas que explican su historia, arquitectura y simbolismo. En su entorno se celebran conciertos, eventos culturales y celebraciones religiosas que enriquecen la experiencia del visitante.
Información práctica para el peregrino
- Dirección: Praza do Conde da Maza, Portomarín, Lugo.
- Acceso: A pie desde el trazado del Camino Francés. Fácil acceso desde albergues y hospedajes.
- Horarios: Abierta en horario de mañana y tarde. Consultar en temporada baja.
- Entrada: Libre para los peregrinos y visitantes, con posibilidad de donativo.
- Servicios cercanos: Albergues, restaurantes, oficina de turismo, comercios y farmacia a escasos metros.
Iglesia de San Nicolás de Portomarín
En el corazón del Camino de Santiago, la Iglesia de San Nicolás de Portomarín representa mucho más que un edificio: es memoria viva, símbolo de fe y orgullo de una comunidad que supo conservar su legado a pesar del exilio forzado por las aguas.
Desde su arquitectura imponente hasta su historia de renacimiento, ofrece al peregrino y al viajero una experiencia única, donde el arte románico y la espiritualidad se funden en cada piedra, en cada sombra, en cada paso.
Portomarín no solo se atraviesa; se queda en el alma. Y la silueta de la Iglesia de San Nicolás es su eterno guardián.
Camino de Santiago Francés >> Provincia de Lugo >> Portomarín >> Iglesia de San Nicolás
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