Consejos para combatir el calor en el Camino de Santiago Francés
Los meses de verano suelen ser el periodo más caluroso del año para quienes caminan por el Camino de Santiago. Durante esta época, hay rutas que son especialmente desafiantes, como la la parte central del Camino de Santiago Francés, que atraviesa la Provincia de Burgos y la Provincia de León, puede volverse muy difícil debido a las altas temperaturas.
Si no se toman las precauciones adecuadas antes de comenzar nuestra peregrinación, podemos enfrentarnos a diversas consecuencias como quemaduras solares, calambres, insolaciones e incluso golpes de calor. Para evitar que estos problemas arruinen nuestra experiencia en el Camino, hoy queremos compartir algunos consejos prácticos y algunas recomendaciones útiles para los futuros peregrinos que deseen disfrutar de su camino sin sufrir por el calor.
La hidratación es clave
Es fundamental que el peregrino beba agua cada vez que tenga la oportunidad. Aunque es una regla importante en cualquier época del año, en verano se convierte en una necesidad ineludible. Se sugiere beber agua aproximadamente cada media hora, por lo que un recipiente con agua debe convertirse en nuestro compañero de camino constante. No olvides rellenarlo cada vez que tengas la oportunidad para no quedarte sin agua en un momento crítico. Observa las fuentes y los arroyos que encuentres, pero asegúrate de que el agua sea potable. Además, las bebidas isotónicas son un buen complemento, ya que el ejercicio junto con el calor provoca la pérdida de sales minerales.
Protégete del sol
Cuando caminamos, el sol se convierte en nuestro adversario número uno. Para evitar sus efectos negativos, es recomendable usar ropa ligera y transpirable, preferiblemente de colores claros, así como proteger tu cabeza con una gorra o sombrero. Nunca olvides aplicar crema solar cada dos a tres horas, prestando especial atención a áreas como la nuca y las pantorrillas, que a menudo son descuidadas. Los ojos también son sensibles a la luz solar, así que utiliza gafas de sol siempre que sea posible para proteger tu vista.
Es recomendable evitar las horas de más calor
Durante las jornadas con altas temperaturas, lo mejor es evitar la exposición directa al sol durante las horas centrales del día, cuando los rayos son más fuertes. La clave aquí es madrugar. Trata de salir del albergue no más tarde de las 7 de la mañana para que puedas completar tu etapa antes de que las temperaturas alcancen niveles extremos. Un consejo adicional es que si decides caminar por la noche, debes ser muy cuidadoso y llevar una linterna contigo. Además, es preferible caminar en grupo o con compañía, ya que así evitas perderte y te aseguras de tener apoyo en caso de que surjan imprevistos en el camino.
Es importante programar tus descansos a la sombra
Antes de comenzar cada jornada, dedica un tiempo a planificar tu ruta diaria, buscando las áreas con sombra que puedes encontrar a lo largo del recorrido. De este modo, podrás establecer paradas estratégicas en zonas verdes o acondicionadas que te ayuden a combatir el calor.
También debes tener en cuenta tu alimentación
Es crucial evitar las comidas pesadas, pero no olvides comer. Una alimentación adecuada es esencial para tener éxito en el Camino de Santiago. Es importante mantenerse hidratado e ingerir algo sólido durante el trayecto, como frutas frescas o frutos secos, que te proporcionarán la energía necesaria para completar la etapa. No esperes a tener sed o hambre para comer. Esto ayudará a evitar que te dé una pájara. Por otra parte, recuerda que caminar con el estómago muy lleno no es saludable, por lo que la comida más importante del día debería hacerse al final de la etapa. Si por alguna razón tu jornada se alarga, evita las comidas copiosas y opta por un bocadillo o un plato ligero que te permita reponer fuerzas para continuar.
El cuidado de tus pies es esencial
En el Camino de Santiago, los pies requieren especial atención, sobre todo en verano o durante períodos de alta temperatura. Lo primero que debes hacer para prevenir ampollas y rozaduras es asegurarte de que tus pies tengan la capacidad de respirar. Aquí es donde los calcetines juegan un papel crucial. Te recomendamos que elijas calcetines de materiales sintéticos y sin costuras. Y recuerda, nunca estrenes calzado en el Camino; cuanto más usado y cómodo esté, mejor.
Es vital no realizar esfuerzos innecesarios
Recuerda que no es obligatorio completar los kilómetros que marca la etapa. Si sientes que no puedes continuar por el calor o si te sientes fatigado, es mejor que pares. Siempre podrás recuperar esos kilómetros más adelante si es necesario. Y si dispones de varios días para realizar el recorrido, tómate tu tiempo y disfruta del camino. Ten en cuenta que la verdadera esencia del Camino radica en la experiencia, no solo en llegar a la meta.
No cargues con peso innecesario
La combinación de actividad física con el calor puede llevar a un mayor desgaste de tus energías. Por esta razón, es aún más importante evitar llevar cargas pesadas. Llevar contigo una gorra, tres camisetas, dos pantalones y tres mudas de ropa interior será más que suficiente. Si deseas caminar de manera más ligera, recuerda que en Correos ofrecemos el servicio Paq Mochila, que te permitirá transportar tu equipaje de un alojamiento a otro, de modo que puedas tener tus pertenencias al final de tu etapa sin tener que cargar con peso extra. Así, solo deberás llevar contigo lo mínimo: agua, crema solar y algo para picar.
Esperamos que estos consejos sean útiles para ti si decides hacer el Camino durante los meses calurosos. Si prefieres evitar los efectos del calor extremo, intenta elegir épocas del año más suaves, como la primavera o el otoño, y elige rutas que no sean tan calurosas.