Iglesia Parroquial de San Esteban Zabaldica

La Iglesia Parroquial de San Esteban en Zabaldica (Navarra)que estamos describiendo tiene como patrón a San Esteban, quien fue diácono en la primera comunidad cristiana. Esta iglesia se data a principios del siglo XIII y, a lo largo de los muchos siglos transcurridos, ha mantenido su estructura original sin sufrir alteraciones importantes que cambien su esencia. La edificación está construida con sillería, un material que se ha utilizado tradicionalmente en construcciones duraderas, y presenta un estilo románico de transición junto a una bóveda de cañón apuntada, características que son propias de su época.

Siguiendo la tradición establecida en el siglo XIII, la torre del campanario se eleva desde la sección del coro y está firmemente apoyada en él, lo que le da estabilidad y un aspecto majestuoso. Esta torre tiene un cuerpo rectangular y en dos de sus vanos se encuentran las campanas que marcan la hora y llaman a la comunidad a la oración. Hay una curiosidad que destaca entre estas campanas: la más pequeña, que está hecha de bronce, es considerada la más antigua de toda Navarra. Se dice que originalmente perteneció al monasterio de San Salvador de Asiturri, que existió en tiempos pasados justo enfrente, al otro lado del río Arga. Esta campana está datada en el año 1377 y su sonido es descrito como realmente hermoso.

Al acercarnos a la entrada de la iglesia, notamos que está resguardada por una bóveda de cañón que proporciona un ambiente acogedor. Esta entrada está enmarcada por tres arquivoltas que descansan sobre impostas y pilastras, creando un bello y elegante umbral. Al cruzar la puerta, los visitantes son recibidos por una talla en madera del Crucificado que acoge al peregrino de una manera cálida. Hacia el fondo de la iglesia, debajo del coro y a la izquierda, encontramos la pila bautismal que data del siglo XIII. A la derecha de esta pila, hay una escalera de caracol de estilo medieval que lleva al campanario, un lugar que ofrece magníficas vistas.

Si dirigimos nuestra mirada hacia lo alto del retablo central, nos encontramos de nuevo con la imagen del Crucificado, la cual está situada sobre un paisaje verdaderamente interesante que resalta su importancia. Este retablo, que es del siglo XVII, se atribuye al artista Juan de Gastelúzar. Se caracteriza por su estilo manierista y presenta una hermosa policromía. Además, su diseño está inspirado en la famosa escuela de Anchieta, cuyo taller estuvo ubicado en Pamplona, destacándose en la creación de obras de arte religioso. Las figuras que adornan el retablo están bien modeladas y la escultura resulta elegante, reflejando un idealismo característico de la época. Cada imagen en el retablo lleva consigo alguna señal que la hace reconocible en la comunidad cristiana, como el evangelio, la espada, o el frasco de perfume, por ejemplo.

Podemos observar las diversas figuras en el retablo comenzando desde la parte superior. En la primera calle, en el centro, se encuentra la figura de María en su Asunción al cielo; a la izquierda, están Engracia de Zaragoza y Catalina de Alejandría, mientras que a la derecha se pueden ver a María Magdalena y Bárbara. En la segunda calle, en el centro, está el diácono Esteban, quien es el patrono del lugar; a la izquierda se halla el arcángel San Miguel, junto al apóstol Bartolomé y a la derecha el mártir Sebastián y Francisco de Asís. En la tercera calle, dispuestas de izquierda a derecha, aparecen Juan el Bautista, el apóstol Santiago en su representación como peregrino, para marcar su segundo estatuilla en el Camino, el Obispo Estanislao de Cracovia-Polonia, y finalmente, Juan el Evangelista.

El sagrario, que es otra obra notable, fue realizado por Juan de Elordi y data de principios del siglo XVII. En la cúpula de este sagrario se pueden ver tres figuritas pequeñas: Jesús con las manos alzadas, y junto a él, Moisés y Elías. En las partes inferiores, se representan diferentes escenas de la pasión de Jesús, culminando en la parte más baja con su Resurrección. Dos estatuillas, una de Pedro Apóstol y otra de Pablo, enmarcan esta representación, enriqueciendo la solemnidad del lugar.

Además, hay otros objetos que despiertan el interés de quienes visitan la iglesia. En la capilla lateral de la izquierda, se puede observar una estatuilla renacentista de la Virgen con el Niño, así como una talla de San José, que también sostiene al Niño, la cual data del siglo XVII. En la capilla lateral de la derecha, se exhibe un lienzo que muestra a la Madre de Dios con el Hijo, donde se puede notar la clara influencia de los iconos que se encuentran en las iglesias orientales, brindando una conexión entre diferentes tradiciones artísticas y espirituales.

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