Escrito por Los Misterios Del Camino De Santiago: Leyendas, milagros e historia de la ruta jacobea
Los Misterios Del Camino De Santiago
¿Cómo se descubrieron los restos del Apóstol Santiago? ¿Por qué el peregrino Charles du Blè nunca regresó? ¿Conoces el milagro de O Cebreiro? ¿Y la conexión entre Carlomagno y el Camino de las Estrellas? Descubre la historia del marinero portugués que se convirtió, los caballeros de la Orden de Santiago, las meretrices del Camino, los falsos peregrinos, las mágicas compañías y los hechizos amorosos. Todas estas fantásticas leyendas y la precisa historia se entrelazan en esta maravillosa ruta que lleva a Santiago de Compostela.
La historia del Apóstol Santiago y la creación del culto jacobeo están envueltas en la misteriosa niebla de la leyenda. Las crónicas que han llegado hasta nosotros están llenas de relatos fabulosos y épicas historias. Este libro narra muchas de las leyendas que se fueron gestando a lo largo de los distintos caminos que llevan a Compostela, desde la Vía Láctea que la tradición dice que guió a Carlomagno hasta Santiago.
En el libro, se relatan acontecimientos insólitos que ocurrieron a los peregrinos en distintas épocas: historias de conversiones y apariciones, hechizos amorosos y hazañas de los caballeros que vigilaban el Camino, así como algunos de los milagros atribuidos al Apóstol Santiago. Finalmente, se explora el surgimiento del culto a Santiago antes de que se descubriera su sepulcro en el siglo IX, cuando el Beato de Liébana se refirió al amigo de Jesús e «hijo del trueno» como la «áurea cabeza refulgente de España».
A raíz de esta vocación de los pueblos cristianos por el amparo de Santiago, Claudio Sánchez-Albornoz lo definió magistralmente:
«El Camino de Santiago es la ruta de la fe, el camino de los peregrinos, el sendero del arte, la vereda de la historia, el rumbo del amor. Es el camino de todos los hombres y mujeres que buscan su destino en la tierra y en el cielo».
«Creyeron los peninsulares y creyó la cristiandad y el viento de la fe empujó las velas de la navecilla de Occidente y el auténtico milagro se produjo».
