Tardajos

Tardajos

Tardajos es una localidad y un municipio​ situados en la Provincia de Burgos, en la comunidad autónoma de Castilla y León (España), comarca de Alfoz de Burgos, partido judicial de Burgos y en el Camino de Santiago Francés.

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Albergue de Peregrinos Municipal de Tardajos El Albergue de Peregrinos Municipal de Tardajos es un establecimiento público que ha sido

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Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora Tardajos

Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora  de Tardajos En cuanto al estilo arquitectónico, combina elementos característicos como el Torreón

Historia de Tardajos

La historia de Tardajos tiene raíces que se remontan a tiempos muy antiguos, específicamente a la época celta, que se sitúa alrededor del siglo octavo antes de Cristo. Esta información se ha podido demostrar gracias a los restos arqueológicos que han sido encontrados en un lugar conocido como «El Castro«. En este sitio se ha descubierto una variedad de objetos, incluyendo cerámica y partes de una antigua muralla. Los habitantes de esta área en ese momento eran un pueblo celta conocido como los turmódigos. Este grupo se estableció en un lugar que antiguamente era llamado Deobrígula, que se traduce como «Ciudad de los Dioses«. Hoy en día, ese mismo lugar es lo que conocemos como Tardajos. Los turmódigos se dedicaban principalmente a la agricultura y la ganadería, actividades que eran fundamentales para su supervivencia y desarrollo como comunidad.

Complejo arqueológico de Deobrígula

Deobrígula es conocido como un antiguo campamento romano que fue mencionado en textos históricos importantes como la Geografía de Ptolomeo y el Itinerario de Antonino, donde se le describe como una mansio, que se puede entender como una especie de parada o posada en la ruta. El núcleo inicial de este asentamiento se localiza en una zona llamada El Castro. En este lugar, se han encontrado numerosos vestigios que datan desde la Primera Edad del Hierro y se extienden hasta la época romana. Además, aquí también se han hallado restos de estructuras defensivas que indican la importancia de este sitio a lo largo de la historia.

Cuando miramos desde El Castro hacia el valle del río Úrbel, podemos apreciar la ubicación estratégica de este antiguo asentamiento. Durante la época romana, después de que la península fue pacificada, los habitantes de la región decidieron trasladarse a una zona más llana. En este nuevo asentamiento, se han encontrado gran cantidad de restos arqueológicos, incluidos fragmentos de cerámica, objetos de bronce y varios documentos epigráficos que ayudan a comprender mejor la vida cotidiana de aquellos tiempos.

Un elemento significativo en la historia del área es el llamado “Camino de Mercaderes”. Este antiguo camino conecta varios puntos, incluyendo Segisamone, Sasamón y Tritium, así como el Monasterio de Rodilla. A lo largo de este tramo, el camino discurre por la frontera con Villarmentero, donde se descubrió una famosa estatua conocida como la Venus de Deobrigúla. También se han encontrado restos de una villa romana en esta zona. Este camino coincide con el ramal principal que provenía de Astorga, conocida en la antigüedad como Asturica Augusta. Uno de los ramales de este camino, conocido como la calzada XXXII o Ab Asturica Terracone, se dirigía hacia Tarragona y pasaba por Zaragoza, que en esa época era llamada Cesar Augusta. El otro ramal, la calzada romana XXXIV o Ab Asturica Burdigalam, llevaba a Burdeos pasando por lugares como Briviesca, Vitoria y Pamplona. Durante la Edad Media, este camino fue conocido como la Vía Aquitania, un nombre que hace referencia a la ruta de peregrinos que llegaban desde Francia a través de la región de Aquitania, que a su vez se convirtió en parte del Camino de Santiago Francés.

Al observar el trayecto, se puede apreciar que el camino cruza el río Ubierna justo cerca de su desembocadura, utilizando un antiguo puente de piedra que aún permanece en pie. Luego, el camino gira en un ángulo recto hacia el oeste, dirigiéndose por el Camino de Mercaderes hacia el paso de El Collado, que está situado en la parte alta del castro. Desde este punto elevado, se fácil imaginar cómo se daba la entrada a la antigua Deobrigula a través de su puerta principal orientada hacia el levante, que sin duda fue un punto clave para el comercio y la interacción entre las distintas culturas que pasaban por esta ruta que conectaba diversas regiones.

Condado de Castilla

En el año 882, durante el mandato del rey Alfonso III, se dio inicio a un proceso importante de repoblación en la región. Fue en este contexto que Nuño Núñez decidió establecer una línea defensiva que incluía la fortaleza de Castrojeriz. Esta fortaleza estaba estratégicamente ubicada a lo largo del cauce del río Arlanzón, lo que le confería una ventaja natural en términos de defensa. Entre las diversas estructuras defensivas que se construyeron en aquel tiempo, se menciona también el castillo de Tardajos, que desempeñaba un papel crucial en la vigilancia y protección de la zona.

Avanzando en el tiempo, en el año 929, se registra que en la villa ya existían dos iglesias significativas: San Pelayo y Santa Eulalia. Estas iglesias no solo servían como lugares de culto, sino que también eran centros sociales y culturales para la comunidad local. Posteriormente, en una escritura datada en 1068, la villa es mencionada bajo el nombre de Uter de Allios, lo que muestra la evolución del nombre y su importancia en la historia de la región.

Para el año 1117, se produce un evento notable: el rey Alfonso VII fue recibido como huésped en el castillo de Tardajos por el conde Pedro de Lara. Este encuentro refleja los lazos de poder y la relación entre la nobleza y la corona en esa época. Además, de este periodo datan los Fueros de Tardajos, un conjunto de leyes que regularon la vida en la comunidad y que otorgaron ciertos derechos a los habitantes de la villa.

Finalmente, en un privilegio que fue concedido por Sancho IV en el año 1258, el lugar es mencionado nuevamente, pero en esta ocasión bajo el nombre de Oter de Ajos. Este cambio en la nomenclatura también indica cómo los nombres de los lugares podían transformarse con el paso del tiempo y reflejar las dinámicas sociales y políticas de la época.

Dos jurisdicciones

Durante el reinado de Alfonso VIII se establecieron dos jurisdicciones importantes que tenían un gran significado en la organización social y política de la época. En este contexto, el barrio de Santa María estaba bajo la administración del obispo, quien se encargaba de los asuntos religiosos y de la vida cotidiana de los habitantes de esa área. Por otro lado, el barrio del Rey estaba vinculado al Hospital del Rey, que cumplía con funciones de asistencia y cuidados para los enfermos y necesitados de la comunidad.

Hoy en día, en el término de Barruelo, se pueden encontrar vestigios de un antiguo poblado medieval que nos habla del pasado tan rico y complejo de la región. Estos restos son un testimonio de cómo la vida era en tiempos pasados, ofreciendo a los visitantes una conexión palpable con la historia. En el año 1345, se produjo un cambio significativo en la estructura de gobierno, ya que el concejo abierto fue reemplazado por un concejo municipal que tenía un nombramiento real. Este cambio representó una evolución en la forma en que se administraban los asuntos locales y cómo se tomaban las decisiones que afectaban a los ciudadanos de la zona.

Época de plenitud de Tardajos

Desde la localidad de Rabé de las Calzadas, se puede contemplar una vista que refleja la belleza y la historia de esta región. Al llegar al año 1749, la estructura de la comunidad seguía marcada por una clara división en dos barrios distintos, cada uno con su propia iglesia. Las iglesias que servían a la población eran Santa María y La Magdalena, y además de estas dos iglesias principales, existían seis ermitas que también desempeñaban un papel importante en la vida religiosa de la comunidad. Estas ermitas estaban dedicadas a San Sebastián, San Juan, San Salvador, Santiago, San Lázaro y San Roque. Durante esta época, la relevancia del municipio se mantuvo fuerte, alcanzando su punto máximo hacia el año 1955, cuando se consideraba el mayor núcleo poblacional del alfoz, sólo superado por la capital de la provincia.

La villa de Rabé de las Calzadas era parte del Partido de Burgos, uno de los catorce partidos que formaban la Intendencia de Burgos. Durante un periodo que comprendió desde 1785 hasta 1833, la comunidad se clasificaba como un pueblo solo en el censo de Floridablanca que se realizó en 1787. En términos de administración, Rabé contaba con la jurisdicción de realengo, lo que significa que estaba directamente bajo la autoridad del rey o la corona, y tenía un alcalde ordinario que se encargaba de gestionar los asuntos locales. Este marco administrativo le daba a la villa un estatus importante dentro de la estructura política de la región, marcando su desarrollo y organización social en esos años.

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