Frómista

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Frómista

Frómista es un municipio y localidad española de la Provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León, en el Camino de Santiago Francés.


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Albergue Municipal de Frómista


História de Frómista

Frómista en la Edad Media

Durante la Edad Media, Frómista experimenta un período de gran esplendor y crecimiento que sentaría las bases de su historia futura. Se dice que alrededor del año 1066, un importante evento tuvo lugar según lo indica el testamento de la reina Doña Mayor, que fue fundamental para el desarrollo de este lugar. En esta época se funda el Monasterio de San Martín, que viene acompañado de su magnífica iglesia de estilo románico, reflejando así la espiritualidad y devoción de esa época. Este monasterio se convierte rápidamente en un centro vital para la vida religiosa y cultural de Frómista.

Más adelante, en el año 1118, la reina Doña Urraca, quien era la propietaria del monasterio, decide realizar una donación muy significativa. En esta acción, entregó el monasterio y sus derechos de jurisdicción a los monjes benedictinos de Carrión de los Condes, quienes empezaron a operar y gestionar las actividades monásticas en la región. Esta donación es un claro ejemplo del poder y la influencia que la monarquía tenía en la época, así como del importante papel que los monasterios jugaron en la vida cotidiana de las comunidades medievales.

Desde el siglo XII hasta el siglo XV, Frómista se caracteriza por estar dividida en dos jurisdicciones muy diferentes. Por un lado, existe el señorío eclesiástico, que era dirigido por el Abad de Carrión y que abarcaba el barrio de San Martín. Por otro lado está el señorío civil, que era gobernado por los nobles de Frómista, quienes tenían autoridad sobre el resto de la villa. Entre estos nobles, destaca una figura llamada Gómez Benavides, reconocido por sus esfuerzos a favor de la unificación de las dos jurisdicciones. En el año 1427, logra añadir el barrio de San Martín a su señorío, consolidando así su poder en la región. Además, en el año 1436, funda el Monasterio de Nuestra Señora de la Misericordia, el cual es también habitado por monjes benedictinos y se convierte en un importante foco espiritual.

Al final de la Edad Media, durante el reinado de los Reyes Católicos, se lleva a cabo una obra de arte que se vuelve esencial para la herencia cultural de Frómista. Esta obra es el retablo de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, una pieza que resalta la riqueza artística y arquitectónica de la localidad. Las obras maestras de arte medieval que se pueden encontrar en Frómista, junto con los hospitales que fueron establecidos para atender a los peregrinos, son el resultado de la influencia del Camino de Santiago Francés. Esta notable ruta cultural y espiritual conecta España con el resto de Occidente cristiano, propiciando así el desarrollo de albergues y otras estructuras de apoyo para aquellos que emprendían este importante viaje de fe.

En la Frómista medieval se evidencian además tres elementos que han contribuido en gran medida a dar fama y reconocimiento al pueblo: San Telmo, los milagros que se atribuían a su figura y la presencia de la comunidad judía en la zona. Estos aspectos han dejado una huella imborrable en la historia y cultura de Frómista, haciendo que su legado perdure hasta nuestros días.

Pedro González Telmo (1185-1246)

Pedro González Telmo, que vivió entre los años 1185 y 1246, es conocido hoy en día como San Telmo. Se le reconoce como una figura muy importante de la historia del siglo XIII, y muchas personas lo invocan como el santo patrón de aquellos que viven y trabajan en el mar. Esto se debe a su dedicación y a la devoción que ha despertado entre los marineros y pescadores a lo largo de los siglos.

Telmo era sobrino del obispo de Palencia. Gracias a la influencia de su tío, se sintió guiado hacia la vida religiosa y comenzó a estudiar para convertirse en un miembro de la iglesia. Su dedicación y compromiso con los estudios eclesiásticos le permitieron avanzar dentro de la jerarquía de la iglesia. Con el tiempo, fue nombrado canónigo, un cargo de importancia dentro de la iglesia. En un momento en que la dignidad de deán estaba vacante, su talento y su buena reputación lo llevaron a ser promovido a este puesto por el Papa, haciendo eco de las recomendaciones de su tío. Esto demuestra no solo su capacidad y dedicación, sino también el papel influyente que su familia tuvo en su carrera religiosa.

Frómista en los siglos XVI y XVII

Los siglos dieciseis y diecisiete fueron épocas que, al compararlas con la Edad Media, parecen ser tiempos de decadencia y deterioro. Durante estos años, el régimen señorial pesaba de manera muy fuerte sobre los pueblos y aldeas, lo que generaba un gran descontento entre la población. Debido a esta situación difícil, no es raro que muchas de las personas que habitaban en la Tierra de Campos mostraran una cierta afinidad por el movimiento comunero, que buscaba recuperar derechos y mejorar las condiciones de vida. Sin embargo, es importante destacar que el ejército comunero, aunque tenía el apoyo de algunos, se volvía una carga pesada dondequiera que iba, ya que a menudo despojaba a los pueblos de sus recursos.

En el año 1521, cuando este ejército pasó por la localidad de Frómista, los vecinos se vieron forzados a pagar una suma de 250 ducados de oro, solo para protegerse del saqueo y la devastación que traían consigo. Esta situación tensa se vio agravada por otros factores, como la expulsión de los judíos, las diferentes epidemias y otros desastres que, en conjunto, aceleraron la caída y decadencia de la villa de Frómista.

Hacia el año 1591, durante el reinado de Felipe II, la situación de Frómista había empeorado notablemente. La población en ese entonces era de solo 521 vecinos, lo que representaba aproximadamente la mitad de los habitantes que había tenido cien años atrás. Este descenso de la población reflejaba no solo la falta de seguridad y bienestar, sino también el impacto de las crisis sociales y económicas que afectaban la región. Avanzando hacia la mitad del siglo dieciocho, la situación continuó deteriorándose y la población llegó a reducirse aún más, quedando en tan solo 217 vecinos.

En cuanto a la economía local, también enfrentaba serios problemas. No había industrias que generaran empleo, y la actividad comercial era prácticamente inexistente. La agricultura, que se basaba únicamente en cultivos de secano, resultaba ser muy poco productiva y no lograba satisfacer las necesidades de la población. Además, la escasez de árboles era notable, lo que dificultaba la producción de madera y otros recursos naturales. Muchos de los hogares en Frómista estaban en mal estado, y se estima que una de cada cinco casas se encontraba en ruinas, lo que evidenciaba el gran deterioro y abandono que sufría la villa en esos tiempos.

Frómista en los siglos XVIII a XX

El panorama que se presenta en este momento es realmente desolador, pero empieza a transformarse de manera notable cuando, hacia finales del siglo dieciocho, se inicia la construcción del famoso canal de Castilla. Este importante canal, que juega un papel clave en la navegación y la economía de la región, llega a Frómista en el año 1773. Durante esta etapa, se construyen cinco esclusas, de las cuales cuatro se encuentran conectadas a través del mayor salto de agua que se puede observar en toda la ría local. La llegada del Canal de Castilla representa un impulso moderado pero significativo para la economía local, ya que facilita el regadío, mejora el transporte de mercancías y propicia el surgimiento de fábricas de harina, lo que dinamiza la actividad económica del lugar.

A inicios del período constitucional en España, que comienza en 1833, la localidad de Frómista se establece como un municipio dentro del partido de Carrión de los Condes. Según el censo realizado en 1842, el municipio contaba con un total de 44 hogares y una población aproximada de 1482 vecinos, lo que refleja un inicio de organización administrativa y desarrollo social en la zona.

Durante la primera mitad del siglo diecinueve, la población de Frómista experimenta un crecimiento, estabilizándose alrededor de los 1500 habitantes. En el año 1865, se da otro evento significativo con la llegada del ferrocarril del Norte a la localidad. Este avance representa una nueva oportunidad para el pueblo, aunque desafortunadamente, quizás debido a la difícil situación económica que afectaba a toda la región en ese momento, no se supo aprovechar al máximo este nuevo recurso.

A lo largo del siglo veinte, Frómista se enfrenta a varios desafíos y crisis que afectan seriamente a toda la España rural. A pesar de las dificultades, la población actual de Frómista se encuentra en torno a los 1000 habitantes. No obstante, aún hay motivos para mantener la esperanza, especialmente considerando los dos caminos que han sido legados por la historia. Uno de estos caminos es el famoso Camino de Santiago, que convierte a Frómista en una parada obligada para todos aquellos que aprecian la cultura y la historia. El otro camino, que se refiere al canal de Castilla, con sus acequias diseñadas para los nuevos sistemas de regadío, brinda posibilidades para una agricultura más intensiva y diversificada, ofreciendo mejores expectativas de producción y contribuyendo a la revitalización económica de la zona.


Frómista

PaísEspaña
• Com. autónomaCastilla y León
• ProvinciaPalencia
• Partido judicialPalencia
Ubicación42°16′02″N 4°24′24″O
• Altitud780 m
Superficie46,59 km²
Población755 hab. (2023)
• Densidad16,96 hab./km²
Gentiliciofromisteño, fromisteña
PatronoSan Telmo
Código postal34440
Sitio webwww.fromista.com