San Juan de Ortega, nacido como Juan de Quintanaortuño en la Provincia de Burgos entre 1050 y 1080, es una figura emblemática en la historia religiosa y cultural de España. Discípulo de Santo Domingo (Santo Domingo de la Calzada), dedicó su vida a mejorar las infraestructuras del Camino de Santiago Francés, facilitando el tránsito de peregrinos hacia la Catedral de Santiago en la ciudad de Santiago de Compostela. Su legado perdura en el monasterio que lleva su nombre y en las numerosas obras que emprendió en favor de los caminantes.
Orígenes y Formación del Santo San Juan de Ortega
Nacimiento y Contexto Familiar
Juan de Quintanaortuño nació en la aldea homónima, situada en la provincia de Burgos, alrededor del año 1080. Hijo del caballero Vela Velázquez y de Estefanía, creció en un entorno que combinaba la nobleza con la devoción religiosa. Desde joven, mostró una inclinación hacia la vida espiritual y el servicio a los demás.
Santo San Juan de Ortega Discípulo de Santo Domingo de la Calzada
En su juventud, Juan se convirtió en discípulo de Santo Domingo de la Calzada, un reconocido constructor y benefactor de los peregrinos del Camino de Santiago. Bajo su tutela, adquirió conocimientos en la construcción de puentes, iglesias y calzadas, habilidades que posteriormente aplicaría en sus propias obras.
Peregrinación a Jerusalén y Promesa a San Nicolás de Bari
Viaje a Tierra Santa
Tras la muerte de su maestro en 1109, Juan emprendió una peregrinación a Jerusalén en 1112, buscando profundizar su fe y obtener inspiración para sus futuras obras. Este viaje marcó un punto de inflexión en su vida, reforzando su compromiso con la ayuda a los peregrinos.
Naufragio y Voto
Durante su regreso, el barco en el que viajaba sufrió una violenta tormenta que lo puso al borde del naufragio. En medio del peligro, Juan invocó a San Nicolás de Bari, prometiendo construir una capilla en su honor si lograba salvarse. Tras sobrevivir al incidente, cumplió su promesa erigiendo una ermita en los Montes de Oca, una zona conocida por su peligrosidad debido a la presencia de ladrones.
Fundación del Monasterio de San Juan de Ortega
Construcción de Infraestructuras para Peregrinos
Comprometido con la seguridad y el bienestar de los peregrinos, Juan de Ortega se dedicó a la construcción y mejora de infraestructuras en el Camino de Santiago. Finalizó la calzada entre Nájera y Burgos, proyecto iniciado por su maestro, y construyó puentes en localidades como Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Belorado, Cubo de Bureba y Agés.
Establecimiento del Monasterio
Alrededor de 1138, fundó el monasterio de San Nicolás, que con el tiempo sería conocido como el Monasterio de San Juan de Ortega. Este monasterio, ubicado en los Montes de Oca, ofrecía refugio y asistencia a los peregrinos, consolidándose como un punto clave en la ruta jacobea.
Legado y Reconocimientos
Patronazgo de los Aparejadores
En reconocimiento a su labor en la construcción y mejora de infraestructuras, San Juan de Ortega fue proclamado patrón de los aparejadores y arquitectos técnicos de España en 1971. Este honor destaca su contribución al desarrollo de obras que facilitaron el tránsito de miles de peregrinos a lo largo de los siglos.
Milagro de la Luz
Uno de los fenómenos más destacados asociados al monasterio es el «milagro de la luz». Durante los equinoccios, un rayo de sol penetra por una ventana de la iglesia, iluminando un capitel que representa la Anunciación. Este evento, resultado de una precisa combinación de arquitectura y astronomía, atrae a numerosos visitantes y fieles cada año.
Celebraciones y Tradiciones
Romería Anual
Cada 2 de junio, fecha de su fallecimiento en 1163, se celebra una romería en honor a San Juan de Ortega. Comunidades vecinas participan llevando pendones y cruces procesionales, rindiendo homenaje al santo cuya vida estuvo dedicada al servicio de los peregrinos y la mejora del Camino de Santiago.
Santo San Juan de Ortega
Santo San Juan de Ortega es una figura central en la historia del Camino de Santiago. Su dedicación a la construcción de infraestructuras y albergues para peregrinos ha dejado una huella imborrable en la ruta jacobea. Su legado perdura en las obras que emprendió y en las tradiciones que, siglos después, continúan honrando su memoria.